— No puedes salir con esa chica, es basura blanca y tu eres un Tyler por amor de Dios, ¿acaso no ves que ella solo quiere tu dinero? — Dijo Hannah Tyler azorada.
Su hijo era su vida, todas sus esperanzas estaban puestas en él. Su hijo sería alguien. Obtendría un título universitario, a diferencia de ella.
Si ella no hubiera seducido a al padre de Taylor, se hubiese hecho embarazar y éste se hubiera hecho responsable…si su familia no la hubiera recibido, claro que seducir a su suegro había sido un gran punto a su favor. De hecho ella no sabía si él era hijo de su suegro o de su esposo.
Solo de esa forma pudo salvarse de un destino como el de esa joven o peor, como el de Wen.
Por eso quería para su hijo cosas mejores, él era un Tyler maldita sea. Quería una joven que estuviese a su altura, no esa perra cazafortunas que iba tras su dinero. Y claro que ella conocía muy bien a esa clase de chicas, porque una vez había sido como ella.
— Madre, es horrible lo que acabas de decir y no te lo voy a permitir
— Ella es una chica que vive en un trailer con su abuela, ¿no puedes ver qué solo está tras tu dinero? Ella va a arruinarte, y no lo permitiré — ella no iba a dejar que esa movida arruinara a su hijo, su obra de arte. Había depositado demasiadas esperanzas en él.
— ¿ Cómo no puedes ver tú que Mika es una chica sincera y buena? — Un joven Taylor negó con su cabeza. Su madre quería lo mejor para él pero a veces se pasaba. — Si tan solo permitieras que un día viniera y te conociera te darías cuenta de lo buena y sensible que es…
— Jaaaa todo lo que quiere es seducirte, te hará un hijo …busca convertirse en tu esposa, ser la dueña y señora de ésta casa — como lo había hecho ella. Poco después de mudarse a esa casa poco a poco se fue adueñando del lugar y cuando pudo, mandó a su suegra a un asilo.
Su suegro murió primero…ellos nunca lo supieron pero había estado con ella más temprano y el exceso de energía pareció producirle un paro cardíaco.
— Mika jamás haría algo así…es una completa locura madre…
Su hijo había vuelto a la universidad y todo pareció volver a la normalidad. Entonces ella se enteró por contactos del pueblo que Wen había comprado una prueba de embarazo.
Pero ella sabía perfectamente que Wen no podía tener hijos, pues había nacido con un problema en su sistema reproductor. Así que era lógico, conociendo la relación de ésta con la joven , que era para ella …maldita ramera
Y eso que ella había intentado convencerlo de todas las maneras posibles pero no hubo caso.
Así que cuando se enteró de lo del embarazo sumado al hecho de que él le había regalado un teléfono para que se mantuvieran en contacto, pensó que debía ganarle de mano, así que mandó a robar ese trailer inmundo dónde vivía con su abuela. Y una vez con el teléfono en sus manos pudo corroborar que los contactos que tuvieron fueron previos a la prueba de embarazo. Afortunadamente su hijo no se había enterado.
Esa joven no se saldría con la suya, su hijo era lo mejor de ella y no iba a permitir que esa maldita muchacha lo jodiera. Sobre su cadáver primero. O mejor el de ella…
Él primer indicio de Mikayla de estar embarazada lo tuvo en el bar. Trabajaba atendiendo a las mesa, aguantando a los borrachos del pueblo cuando de repente se sintió mareada y debió sostenerse.
Al día siguiente por la mañana vomitó. No quiso preocupar a su abuela así que fue con Wen.
Ésta compró una prueba casera de embarazo y cuando dió positivo se espantó muchísimo.
— ¿ Y ahora que haré ? — dijo ella desesperanzada.
Wen tocó su hombro con un poco de pena.
— Quédate tranquila, ya lo resolveremos de alguna manera linda —
Mika se tiró a los brazos de Wen que la abrazó fuertemente y acarició su cabeza.
Ese día cuando volvió a su casa, buscó el teléfono que le regaló Taylor pero no lo encontró. Estaba todo revuelto y su abuela hecha un mar de lágrimas.
Alguien había entrado a su trailer aprovechando que su abuela había ido a cobrar la ayuda social.
Estaba todo revuelto y el teléfono faltaba, mierda. Mierda, mierda, mierda… ¿Qué haría ahora?
La madre de Taylor la odiaba. Una vez fue al bar donde trabajaba y le dijo que se alejara de su hijo.
Que ella era poca cosa para él.
— Dejala en paz — Wen había salido del bar a defenderla. Ambas mujeres se miraron, se conocían bien…
— Tú no te metas si sabes lo que te conviene — la amenazó Hannah.
Wen calló, para completa sorpresa de Mika.
— Solo váyase señora, por favor…sabe que su hijo volverá a la universidad y yo quedaré acá — ¿No podía acaso disfrutar solo por un momento? Ella sabía que nunca se casaría con Taylor, no se hacía falsas ilusiones. Pero mientras tanto podía estar con él, robarse un poco de felicidad al menos. Era todo lo que quería. ¿Tanto le pedía a la vida???
— Solo mantente alejada, maldita basura blanca — dijo señalándola con el dedo índice.
Claro que ella no le hizo caso. Y siguió con Taylor hasta que él volvió a la universidad. Y ahora estaba embarazada.
Los meses siguientes trató de ocultárselo a la abuela. Pero un día ésta se dio cuenta.
— ¡Oh pequeña! — dijo abrazándola. — ¿ Qué haremos ahora?
Mika suspiró. La realidad era que no tenía la menor idea…