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Reconquistándote

🔒 Trampa fallida

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CAPÍTULO 4

ROMINA 

Me reí con burla de esa estúpida después de que salió del baño, disfruté mucho de su cara por lo que dije, estaba que sacaba chispas por los ojos, aww, pobrecita, está sufriendo en saber que Iker nunca la amó como ella pensaba, me encargaré de qué esos dos no estén de nuevo juntos, Iker es mío, es el único hombre que me ha hecho sentir cosas, es demasiado bueno en la cama, y no lo dejaré ir, aparte es mi pieza clave para salir de mi casa, ya no soporto a mis padres. Tengo un plan para que Iker me lleve a su casa, ese plan no me fallará.

Vengo pasando por donde está la mesa de esa escuincla, ella no puede verme, porque estoy atrás del mesero, puedo escuchar que le pide una bebida, una sonrisita maliciosa se dibuja en mis labios. 

A lo lejos veo a un amigo, que se dedica a vender sustancias, me acerco a él.

—Hola, querido, qué gusto verte —Le coqueteo.

—Hola —Me mira de arriba a abajo, con lujuria, se lame los labios. Le sonrío seximente.

Le paso mi mano a su pecho —. Oye, ¿Tienes esos dulcecitos? —Ríe. Asiente.

—A ti sabes como te los cobro —Rodeo los ojos mientras me río.

—Ya lo sé, nunca te he quedado mal —Le hablo sensualmente.

—Lo sé, mamita, por eso me fascinas, sabes como complacer a un hombre en la cama, estás riquísima —Me toma de la cintura con brusquedad y me pega a su cuerpo, me besa ardientemente.

Me limpio el labio el inferior una vez que me separé de Sergio, le doy una sonrisita lujuriosa.

Me da la droga que necesito, sonrío al observarla.

“Ay niñita, esta noche no la olvidarás, harás el peor ridículo, serás la sensación de las redes sociales”. Suelto una gran carcajada.

Me apresuro a llegar a donde se encuentra el mesero al quien le pidió la bebida esa tipa.

—¿Cuál es la bebida de esa mujer? —Señalo con el dedo. 

—Está —Me señala con la mirada, un tequila preparado, esbozo una malévola sonrisa. Le ofrezco dinero poner la droga en la bebida de esa insípida, al principio titubea, pero al ver la cantidad de dinero en mi mano termina aceptando. Mi rostro se ilumina al ver que me da el vaso de cristal de esa tipa, pongo rápidamente la droga en el, y lo muevo levemente.

—Gracias, ya sé lo puedes llevar —Le sonrío. Asiente y se retira.

Levanto el mentón con elegancia declarando una victoria, mientras una sonrisa aparece en mis labios.

Lo que veo a continuación no me lo esperaba, Iker, está con esa malnacida, mis planes se fueron al diablo, ¡Maldita sea! Aprieto mis puños con rabia, mis ojos los miran con furia. 

No sé que le vio a esa, yo soy mucho más bonita, esa es solo una escuincla mimada, se le toma a kilómetros. 

Se me acerca Sergio y me empieza a abrazar por detrás, volteo los ojos con fastidio, debo hablarle bien, porque con él no se juega. Cruzo mi mirada con la suya, le regalo mi mejor sonrisa.

—Toma —Me da una copa de Champagne, la agarro y bebo despacio.

Acaricia mi mejilla, acerca su rostro y besa mi boca, al volver a cruzar mi mirada con él, me imagino que es Iker, lo tomo de la nuca y lo acerco a mí y lo beso apasionadamente, nuestras lenguas se mueven con vehemencia. 

—Ay, mamacita —Me ve con ojos ardientes, se muerde su labio inferior —. Vámonos, quiero tenerte en mi cama.

Río —. Tranquilo.

—No puedo, te necesito, estoy urgido por ti, por tocar ese exquisito cuerpecito. 

A quien quiero tener dentro de mí, besar y aruñar es a otro. Se acerca uno de los acompañantes de Sergio, le susurra algo al oído, asiente y me da una leve mirada, me da un corto beso en los labios.

—Ahora regreso. 

Se va y me limpio el labio, me da asco sus besos, ni es tan bueno en la cama como dice, no dura tanto.

Voy al baño, y me encuentro a Paulette.

—Tu hombre está en el baño de mujeres con esa tipa —Mis ojos se llenan de furia.

—¡¿Qué?!

Asiente —. Esa niñita le está diciendo de cosas —Se ríe divertida.

Gruño y la dejo atrás. Al llegar al baño, Iker me toma con violencia del brazo. Me reclama lo de la droga que le puse al vaso de esa maldita.

Mis ojos están llenos de lágrimas, siento un odio inmenso, ningún hombre me había tratado de esta manera, me miro el brazo, lo tengo rojo, ese infeliz me apretó con todas sus fuerzas, con ganas de decirle a Sergio que le dé una calentadita, pero no, su mejor castigo es el rechazo de esa desgraciada de su ex.

Lo veo de lejos que le reclama al meserucho de quinta, se mira demasiado enfurecido, cuando le está gritando. Aparece un hombre, e Iker le dice todo, ese hombre mira al mesero, con coraje, y le empieza a reclamar su acción, noto que me busca con la mirada y rápidamente me escabucho entre la gente, y salgo del lugar como puedo.

Me encuentro con Sergio.

—¿Qué te pasa? —Me pregunta al verme agitada.

—Nada, nada, un tipo quiso propasarse conmigo —Sergio frunce el ceño, sus ojos están rabiosos.

—¿Quién es ese cabrón para clavarlo ahora mismo? —Saca su arma.

—No se lo perdí, no vale la pena, guarda, eso me pone nerviosa —Le pido mirando la pistola de plata.

Nos subimos en su camioneta, arranca a toda velocidad.

Llegamos a un hotel de lujo, me abre la puerta y tomo su mano y me abraza por la cintura.

Al llegar a la habitación, me comienza a besar con ardor y pasión al mismo tiempo, me arranca el vestido bruscamente, le desabrocho la camisa con rapidez. Una vez desnudos me toma de la cadera, enredo mis piernas a su cintura, me tira a la cama, sus ojos reflejan oscuridad y deseo por devorarme, se pone entre mis piernas y me penetra de golpe, suelto un grito, comienza a moverse con fuerza, mis gemidos salen de mi boca.

Cierro los ojos e imagino que estoy con él, con Iker, pienso que es él quien me está cogiendo. Me abrazo a su espalda, le aruño la espalda, suelta un gruñido de placer, reclama mi boca para besarme ardientemente, correspondo.

Siento mi cuerpo convulsionar, arqueo la espalda, un fuerte gemido sale de mi garganta.

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