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La doble vida de Isabella

🔒 Capitulo 23. Inesperado

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La excursión a la estación de policía había sido para comunicarles a ambos acerca del deceso del abogado de los Wagner…

Ya su mujer lo había reconocido. 

Obviamente los habían interrogado pero ambos tenían una coartada sólida, estaban juntos y la gente de seguridad del edificio así como las cámaras del lugar lo habían corroborado…aún así y mientras un enemigo de rostro desconocido los acechaba, al menos Thomas ya había podido corroborar que Carolina no tuvo nada que ver con lo de Isabella…o al menos ella esperaba eso. Que él finalmente se hubiera convencido de que ella, Carolina, era inocente. Ya le había contado de Fernando…pero no solo lo que era de dominio público sino acerca de su infancia y lo hijo de puta que había sido con ella.

Thomas la había abrazado y afortunadamente, no la había juzgado…de hecho la entendió acerca de eso.

Claramente nadie querría que lo asociaran al psicópata que fue el marido de la heredera Stakis.

Volviendo a lo del último muerto, aunque las cámaras del motel donde había sido asesinado el letrado mostraban a una mujer con características similares a las de Carolina, claramente no era ella.

Y eso solo podía significar una cosa. Evidentemente alguien la estaba queriendo implicar en eso, y nadie tenía idea de porqué…Aunque le habían preguntado.

Pero la verdad era que los enemigos que podía tener estaban más relacionados con el mundo empresarial y según lo que les dijeron ese se trataba de un crimen pasional, así que estaban indagando acerca del pasado del buen abogado para ver si podían dar con el asesino y descubrir si eso estaba relacionado con el deceso de Isabella.

Lo cierto era que las posibilidades de Carolina de sentarse en la cabecera del directorio Jefferson estaban cada vez más lejos.

Se sentía una niña tonta, como la joven que esperaba con un nudo en el estómago que llegara Thomas a la tienda…a fin de cuentas no había resultado mejor que su madre, pensaba ella…que dejó que sus posibilidades se arruinaran por un hombre. Y lo peor de todo era que ya no se sentía tan mal sobre eso.

Mierda quería a Thomas, quería que fuera suyo, que la amara…mientras esperaba que la atendiera su médica con un escalofrío que le recorrió la espalda se dió cuenta de que estaba enamorada de él…por eso estaba arriesgando su futuro prometedor en la empresa. ¿ Qué estás haciendo Carolina?. Gritaba una parte de ella.

Pero la otra parte decía: ” Oh si Thomas, si si”… y solo quería abrazarlo con sus piernas y sus brazos y que la mirara como lo más importante del mundo. CARAJO.

— ¿ Carolina Hansen? — llamó la médica asomándose por la puerta y con un suspiro, ella tomó su saco y su bolso para levantarse.

Pasó rápido al consultorio y se sentó.

— Hace mucho que no te veía Carolina, ¿que te trae por aquí?.— le dijo la doctora con una curiosidad amable.

Ella pasó a contarle rápidamente sus síntomas a la ginecóloga, que le hizo un tacto en la silla de estribos.

Con el ecógrafo luego, lo pasó sobre su abdomen y puso una mirada extraña. Mientras lo frotaba una y otra vez sobre el mismo lugar.

— ¿Ves algo malo??? — ella había tenido unos dolores y un sangrado atípico. Por eso había ido.

— Mmm no…no es algo malo, pero necesito que te hagas unos estudios para confirmar…ahora te voy a dar unas órdenes, ve a sacarte sangre, después a tomar algo si quieres y vuelve a verme en una hora que ya estarán los resultados….

Carolina se vistió con ansiedad e hizo lo que le dijo la doctora. Una hora después estaba allí clavada esperando de nuevo.

La doctora la vió, al asomarse y la hizo entrar.

— Siéntate — le dijo y parecía seria.

— Me asusta doctora, ¿es que acaso tengo cáncer? — preguntó con un hilo de voz.

— No Carolina, no tienes cáncer — dijo y sonrió tranquilizadora —. Pero necesito preguntarte, veo en tu historia clínica y recuerdo que lo charlamos…me dijiste que te habían esterilizado en tu país, ¿sabes exactamente que método usaron?. 

— Mmmm no honestamente era muy joven y fue en el hospital…— admitió ella —. ¿Pasó algo, me tengo que operar de vuelta, acaso?

La ginecóloga suspiró y se echó hacia atrás. 

— Estás embarazada…es muy reciente, tal vez tres o cuatro semanas…

Caro quedó en shock. Estaba embarazada de Thomas. Un bebé…nunca había planificado ser madre…por eso se había operado justamente, para no serlo.

— Pe…pero no entiendo…yo…estoy operada — le dijo con los ojos abiertos como platos.

— Lo sé…no es lo habitual pero puede fallar, quizá no te operaron del todo bien…— la médica hizo una pausa —. Estás pálida, ¿quieres recostarte???

Carolina asintió y la médica la asistió.

Le hizo levantar las piernas. La ayudó a calmar su respiración y cuando estuvo mejor la hizo sentarse en la camilla y tomó su mano.

— Entiendo que esto es…inesperado…

— Muyyy…— admitió ella aún conmocionada.

— Sabes que tienes opciones ¿no?…si no quieres tenerlo…— le dijo mirándola compasiva —. Yo te voy a dar toda la información…aparte es muy reciente, tienes mucho tiempo para decidir…

Carolina tragó nerviosa. Un bebé no estaba en sus planes bien armados…bueno, Thomas tampoco y sin embargo ahí estaba…embarazada de él.

Y ahora. ¿Qué iba a hacer?.

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