Capítulo 5:
Narra Isabella:
Cada día que pasa me siento mas feliz y entusiasmada con pasar tiempo con Alex.
He cambiado y creo que mucho, por pasar tiempo con Alex he dejado de ir a clases, por suerte soy una de las mas inteligentes y avanzadas de la clase, por lo que no se me será difícil ponerme al corriente por atrasarme un poco.
También he comenzado a mentir, a mi abue le digo que tengo clases de piano, ensayos o hasta reuniones con amigos de clases, cuando no tengo ninguno. En la escuela igual miento, invento cualquier excusa para poder irme antes o faltar todo el día para compartir tiempo con Alex.
Con respecto al recién nombrado, me hace sentir muchas cosas, es todo un galán conmigo y me prepara sorpresas cada vez que nos vemos.
Hace algunos días reservo un local de helado solo para nosotros dos, probé todo tipo de sabores, preparamos nosotros mismos los helados que queríamos. Teníamos la heladería para hacer lo que queríamos.
En otra ocasión organizó un picnic, sabiendo que amo las puestas de sol, me llevo a ver una desde un mirador en el que estábamos como siempre solos los dos. Momentos que han quedado grabados en mi retina y mi mente, así como también en mi corazón.
En ese picnic, recuerdo todo con lujo de detalles, de su maleta del automóvil, saco una manta donde nos sentamos a mirar la vista hermosa que teníamos. No me gusta mucho el alcohol, pero Alex trajo algo que tenia sabor a fresas y estaba delicioso, por lo que bebí, pero no demasiado. Comimos frutas bañadas en chocolate, postres y todo lo que me encanta o es de mi gusto.
Ninguna cosa que me prepare no me gusta, sabe a la perfección cada gusto mío y por eso se encarga de que cada salida que tenemos, como cita, sea perfecta.
Hoy tengo una clase de piano después del horario normal, es con un profesor que conoce a mis padres, por lo que he estado pensando en la mentira que le diré para no asistir. Por mas que pienso no se me ocurre nada bueno y creíble, ya que no puedo decirle que tengo algo en casa, para mi desgracia se mantiene en contacto con mis padres y eso solo me provocaría problemas con ellos.
Llego a su clase y veo la hora, son exactamente las 4 de la tarde y la clase dura dos horas y media, pero a las cinco quede con Alex ya que me tiene preparada una sorpresa como siempre me dice.
— Buenas tardes profesor —lo saludo nada mas entrar a la sala
— Buenas tardes Isabella, vamos a comenzar, ya que por lo que he sabido has estado perdiendo algunas clases en la escuela —dice serio y cierro los ojos pensando en que le dirá a mis padres
— Lo siento profesor, no volverá a ocurrir —digo nerviosa
— Muéstrame cuanto has practicado la melodía que te di en la clase anterior —me dice sentándose a esperar que toque lo que me dijo que repasara
Esta demás aclarar que no lo he hecho, ni siquiera he tocado las teclas del piano en casa o en cualquier otro lado. Tomo aire y cierro los ojos, tengo un don como dicen mis padres y este es poder recordar las notas de las melodías cuando me gustan y esta que me dio el profesor me encanto por lo difícil que es y complicada, la velocidad y rapidez de los cambios, por lo que las recuerdo.
Poso mis manos en las teclas del piano y dejo que comience a sonar Schumann, Toccata in C, Op. 7. Simplemente me dejo llevar por la melodía y me sale a la perfección, la melodía dura unos siete minutos aproximadamente.
Pueden pensar que algo así no cansa, pero en realidad si lo hace. Al terminar el profesor se levanta y me observa en silencio, me conoce desde hace varios años y sabe diferenciar cuando practico y cuando no.
— ¿Qué haces que no practicas? —me pregunta serio
— He tenido mucha tarea de la escuela —digo por inercia sin pensar bien la respuesta
— Todos los años has tenido la misma cantidad de tareas y nunca ha sido impedimento para practicar —dice escéptico
— No me he sentido bien, ya sabe dolores mensuales que me han tenido sin ánimos de nada, por ejemplo, hoy. No me siento del todo bien —digo tocando mi vientre haciendo creíble mi mentira
— Comprendo —mira la hora y vuelve a mirarme a mi — te daré unas piezas para que practiques para la próxima semana, en la que no quiero excusas —me advierte
— Si profesor —digo levantándome
— Toma, estas las practicas, las quiero con los ojos cerrados y todas. Ahora vete a casa a dormir, de seguro tu abuela te dará algo para calmar tu dolor — dice sentándose en su asiento
— Gracias —digo mientras avanzo a la salida
Al llegar a la puerta quiero celebrar mi salida de la clase, pero no puedo, ya que supuestamente me duele el vientre por dolores menstruales. Eso no me falla, mas cuando son hombres, porque no entienden nada de el tema.
Al salir veo a Alex, vino personalmente por mí, es no sucede siempre y lo entiendo. Toma mi cintura y me guía a su auto, subo y se sienta a mi lado.
Ya quiero ver la sorpresa que me preparo hoy, cada vez que nos vemos mi emoción aumenta por lo que prepara para nosotros.
— Esta tarde será algo especial para mi, lamento no haber tenido el tiempo de organizar algo mejor —dice nervioso
— No es necesario que cada vez que nos vemos organices algo especial, a veces solo con pasear por un parque o hablar de algo es suficiente —le respondo sonriendo
— Hoy iremos al cine, por el trabajo no tuve tiempo de preparar todo de la mejor manera —me contesta sonriendo de vuelta
— Me encanta el plan, sabes que soy sencilla con respecto a las salidas, te lo he dicho en reiteradas ocasiones —le digo con toda sinceridad
En el cine, en vez de ver la película creo que lo veo mas a él, me estoy enamorando de Alexander Cross.