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La propuesta del CEO

🔒 CAPITULO 21

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<EROS>

Tenía demasiado tiempo esperando que ella llegara, una hora y ella aun no llega, Bianca estaba emocionada anoche cuando hablamos de la boda, quería casarse así que no entiendo porque ahora se ha retrasado en llegar, los invitados ya han comenzado a murmurar de que seguramente me ha dejado plantado.

Mi madre dice que son cosas de novias y que seguramente ya va llegar pero con el tiempo transcurrido ya comienzo a creer que no es para mi formar una familia.

—¡Mira ahí viene!.

Al verla con el vestido de novia entrando por el sendero organizado, sentí un enorme alivio ya que pensé que se había retratado con la decisión. Al llegar a mi, ella me toma por sorpresa cuando toma mi mano, no dice nada y mantiene su vista en el padre que dio comienzo a la boda, todo parecía ir bien y pronto tendríamos que dar nuestros votos y firmar el acta.

Cuando terminé de decir mis votos escritos por mi madre, esperé que ella dijera los suyos pero no lo hizo, observé un detalle diferente de ella y es que el anillo que le di lo tenía en su dedo izquierdo, algo extraño ya que siempre lo traía en el derecho, todos estos meses así fue, incluso ayer también lo tenía en ese dedo, ya que… según ella, solo en el izquierdo solo se porta el anillo de matrimonio, porque es el que esta mas cerca del corazón que solo late por la persona que se ama.

—¿Desde cuando llevas el anillo en ese dedo?.

Sigue sin responder haciendo que mis sospechas crezcan, mi madre me hace señas con su mirada para que omitamos todo, al ver a mi abogado le hice el comprendió lo que quería, así que omitimos los votos y pasamos al momento de firmar.

El abogado nos declara marido y mujer y cuando me dijo que podía besarla, no lo hice y sin perder el tiempo la llevé a la casa, mi madre venía siguiendome detrás y la madre de Bianca también,. Se dieron cuenta de mi cambio de humor y al estar harto de sus gritos diciéndome que no la podía tratar de esta forma tan brusca me detuve.

—¿Porqué la defiende? —cuestiono al ver a la madre de Bianca —No se meta en mis asuntos.

—Oigame, es de mi hija que estamos hablando. Y esta embarazada, ¿¡que demonios le pasa!?.

—¿Su hija?.

Me río ya que ella no se ha dado cuenta de lo que esta pasando así que le quité el velo y ella se quedó paralizada al ver a la mujer que estaba a mi lado fingiendo ser otra persona. Sus labios sólo tiemblan y señalan a Melissa que al parecer tomó el lugar de Bianca.

—Y lo más irónico de esto que Melissa no pudo haber actuado sola, ¿no es así madre?.

—No se de que me hablas hijo…

—Ya deja de fingir madre. —la rabia me estaba consumiendo porque sigue negandolo. —No puedo creer que me hayas hecho esto, casarme con ella, enserió Mamá..

Ella busca excusas para limpiarse las manos al decir que era lo mejor para mí y para ella, pero oírla solo me cabrea ya que intentó hacer lo que se le da gana con mi boda y eso jamas se lo voy a perdonar, armó todo esto para que me casara con Melisa

—Eros … te juro…

—Mejor Cállate Melissa. —advertí entte dientes —¿Dónde está ella?

—Por favor, no me mires así..

De pronto la madre de Bianca tomó a mi madre de su brazo y sin mediar palabras le dio.una cachetada tan fuerte que la tumbo al suelo, mi madre estaba atónita por lo que no pudo reaccionar.

—¡¿Dónde está mi hija?!

Mi madre me pide ayuda pero solo le repito mi pregunta, ella me dice que esta bien en El hotel que reservó para ella, que ño único que hizo fue su limusina no llegara y cambiará de dirección y que fuera por Melissa.

—Te lo advierto mamá, si ella no está ahí, si algo le has hecho… te juro que dejaras de ser mi madre.

—No hablas enserio —dijo riéndose. —Tú no puedes hacerme eso, y menos por esa chica sin futuro.

—Escúchame bien, jamás, jamás te voy a perdonar esto, madre. Por tu bien, será mejor que ella esté a salvo como tú dices, porque si algo le pasó a ella y a mi hija… lo vas a lamentar. Ah, te quiero fuera de esta casa.

Ella había llegado lejos con todo esto, sabía que era capaz de locuras, pero jamás pensé que llegaría a estos extremos para lograr lo que ella quiere para todos, quiere controlarnos a todos controlar incluso lo que hacemos y lo que comemos, pero esto es sobrepasar los limites que hay entre nosotros, fue demasiado lejos

Le dije a la madre de Bianca que fuéramos por ella , cuando estaba por encender el auto Melissa aparece en la ventana de mi auto.

—No me puedes dejar aquí, no me puedes hacer esto, es nuestra boda cielo.

—¿Acaso te escuchas lo que dices? —dije de forma burlona —Melissa, una vez me preguntaste la razón por la que te había dejado. —ella me mira y puedo ver lo ansiosa que estaba. Eres hermosa, no lo negaré, ardiente por supuesto que si, pero en definitiva, estas loca. Y no quiero una loca por esposa y mucho menos como madre de mi hijos. La prefiero a ella antes que a ti.

—No puedes hablarme así.

Aceleré para que se alejara y no me detuve ni siquiera en los semáforos, solo quería llegar y saber que estaban bien, cuando llegamos al hotel, pregunté por su habitación pero al ver la habitación vacía me quedé paralizado, un sudor helado me recorre por completo, y cuando regresé a recepción para preguntar por ella, el botones me dice que vio a una chica embarazada vestida de novia subirse a una limusina negra.

El problema era que la limusina que pedí para ella era blanca, no negra.

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