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La propuesta del CEO

🔒 CAPITULO 19

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No me esperaba que hiciera ese tipo de pregunta y mucho menos que fuera capaz de dudar de mi palabra, pero claro, es el padre de Eros. Que más podía esperar. Claro que me ofendió su pregunta y pensé que estaba en todo su derecho de dudar ya que soy una simple desconocida, pero pensé que, después de la agradable conversación que tuvimos cuando estuvo con su hermano y su hijo presente, pensé que me había ganado su confianza, ahora me doy cuenta que solo fue amable conmigo y eso no significó que confiaba en mi.

—Pueden dejarme sola…

Ambos me miraron confundidos por mi petición, pero seguramente se dieron cuenta que estaba incomoda y molesta por lo que dijo el padre de mi falso prometido. La doctora al volver conmigo fue la única que me dio excelentes noticias pero al salir, pude escuchar una discusión de padre e hijo

Cuando me vieron, el señor me miró como si se sintiera culpable pero Eros, me tomó de la mano y dijo que su padre se iría en taxi, al estar en el auto el iba maldiciendo por lo bajo, en murmullos para que no lo escuchara pero no se da cuenta que estamos demasiado cerca como para no escucharlo

—No entiendo porque te enfadas. El hijo es tuyo después de todo.

—El siempre duda de lo que yo hago. Quería que me casara y tuviera un hijo, y ahora que supuestamente lo haré duda de mí y de lo que hago —fuerza una sonrisa —Era de esperarse de alguien como él que se cree perfecto y el “mejor padre”

—¿Y no lo es?

—No lo conoces. Si lo hicieras… te darías cuenta que jamás debió ser padre.

Sus palabras estaban llenas de odio y resentimiento haciéndome preguntar… porque lo odia tanto y porque prefiere tenerlo lejos, pero aún así quiere su reconocimiento de alguna forma y el no lo acepta. O no se da cuenta que es lo que realmente quiere.

—Pero tú no serás así… serás un excelente padre y nuestra hija estará llena de tu amor.

—Eso no es cierto.

—Claro que si. Sera la princesa de papá.

<EROS>

Porque me afecta tanto lo que ella dice, “será la princesa de papá” pensar en eso me hace feliz de alguna forma y lo que me hace pensar en otras cosas que no sean el trabajo. Supongo que debo estar feliz porque ya sabemos que es una niña, “vaya, una hija, mi primera línea de sangre, mi descendiente”

En verdad que jamás me había visto siendo padre, y ahora que lo soy… me siento extraño, no sé qué hacer, que decir o cómo actuar respecto al tema.

—Buenas noches.

La observo de pie frente a la puerta de su habitación.

—Buenas noches.

Ella acaricia su estómago, era redondo, una redondez perfecta, sus mejillas eran rosadas, la hacían verse tierna, cálida y frágil. Era diferente, no puedo descifrar a esta mujer.. “tal vez sea porque es una desconocida para mi” de mi ex sabia todo, sus gustos en la comida, ropa, calzado, lonque haría y lo que no. Pero con ella es diferente

—Cariño, al fin llegan… —mi madre observo a su alrededor —¿Dónde está la chica?

—Dijo que tenía sueño. —no parece sorprenderle —¿Qué quieres mamá?

Ella me habla sobre los preparativos de la boda y me dijo que era muy pronto para eso así que fui claro con todo el asunto, o me ayuda a organizarla en una semana o lo hago yo personalmente, no quiero contratiempos, todo debe salir como se espera, ella se molesta y dice que mejor hablaría con Bianca de este asunto ya que es un poco precipitado, además, ella sigue aún estando en un estado inestable con su embarazo

—¿Qué te hace creer que ella me llevará la contraria?.

Mi madre sonríe mientras se acerca a mi.

—Te conozco tan bien querido hijo. Te llevé nueve meses dentro de mí, ¿recuerdas? Te conozco como la palma de mi mano y sé muy bien que esa chica te tiene en sus manos. —me burlo ya que es absurdo lo que esta diciendo. —Ya verás como lo que digo es cierto.

Ella sale de mi oficina con una sonrisa de advertencia, estaba ansioso ya que mi madre… ella es capaz de cualquier cosa para desmentir a sus hijos. Aunque no tiene nada que desmentir conmigo porque no siento nada por esa chica y si lo hiciera, no lo diría porque eso sería darle el placer de complacerla.

—Mira quien está aquí.

—Hay no puede ser…

Al ver a mi madre en compañía de Bianca suelto un suspiro frustrado ya que otra vez esta haciendo de las suyas.

—Supongo que estas aquí para hablar de la boda. Posponerlo para después. —ella asiente moviendo su cabeza —No. Y esa es mi última palabra.

—Pero Eros… creo que tu madre tiene razón.

—No puedo creerlo —murmuro molesto —Haber… que te dijo mi madre para convencerte.

—Hay que esperar, reduciremos gastos, el baby shower… la boda, al menos hasta los ocho meses, sería una doble celebración y estaríamos preparados para el nacimiento del bebé ¿Qué dices? Yo digo que es una buena idea…

—Pues yo digo que es una tontería retrasar algo que es inevitable, ¿o es que no quieres casarte conmigo?.

—Sabes bien que no se trata de eso.

—Ya dije que no, y es mi última palabra.

Las cosas no eran como ella lo deseara si no como yo lo quería así que mi madre debe respetar esa decisión, por eso le pedí que me dejara a solas con Bianca ya que teníamos mucho de que hablar. Al estar a solas le pedí que no confiará en todo lo que mi madre dijera porque siempre trata de salirse con la suya y hacer que lo que sea que planee salgo perfectamente bien y usa la manipulación para lograrlo.

—No es porque tu madre me lo pidió, Eros… estuve pensándolo desde que llegamos… creo que Lo mejor es esperar, de alguna forma siento que… le hicimos creer a tu padre que estamos apresurando todo porque yo te lo pido o porque todo es una farsa bien organizada.

—Lo que el piense no importa y lo sabes perfectamente.

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