Narra Ana:
Mi día de spa es fantástico, la verdad es que me la paso genial. Llego a casa y me encuentro con que Ben llevo a la niña al cine o no sé dónde, no le puse atención a la criada que me informo. Vengo tan relajada que no quiero preguntar nada, solo quiero llegar a dormir. Me siento en las nubes y quiero que siga así.
Ya en mi cuarto me subo a la cama y me acomodo para dormir. Cierro los ojos y siento que no ha pasado tanto hasta que me tocan la puerta de la habitación. Reclamo y no hago caso, la persona que sea que se vaya, quiero dormir.
Continúan golpeando la puerta y juro que mataré a la que me este molestando, porque si fuera Ben el toque es distinto. Reclamo y me levanto enojada a la puerta, al abrir me encuentro a la misma criada que me abrió para entrar
— ¿Qué mierd@ quieres? No viste que si vine al cuarto es a descansar, que idiota eres para molestarme — le grito furiosa
— La buscan abajo señorita — dice temblando
— No creo que sea la reina de Inglaterra como para que me molestes por eso — digo mientras avanzo para bajar las escaleras
Al llegar al primer piso casi me caigo al ver a la policía en la casa, no se que hacen aquí, pero no es nada bueno que me estén buscando a mí. Nadie sabía que yo estaba aquí. ¿Cómo me encontraron? Esto n puede estar pasando, menos cuando ni siquiera esta Benjamín en casa. No ahora, él es mi coartada, no tienen nada contra mí.
— Buenas tardes señores oficiales — digo sonriendo y tratando de aparentar tranquilidad
— Señorita Ana María Gómez, le pido que nos acompañe a la comisaria, tenemos que hacerle unas preguntas — dice uno acercándose a mi
— Primero llamaré a mi novio, no iré sin mi abogado — digo mirando a la criada que esta como tonta mirando la escena — ¿Qué esperas para llamarlo? — le grito molesta
Ella sale corriendo y vuelve con el teléfono de la casa, me lo entrega. Este suena y suena, pero no lo coge. Salta el buzón de voz y vuelvo a marcar la llamada, esta vez si contesta y antes de que diga algo le digo
— Necesito que vengas ya, la policía me quiere llevar y no sé por qué — digo asustada
— ¿policía? Voy para allá — dice terminando la llamada
Eso me relaja, porque ya viene a ayudarme con esto. Volteo con más confianza donde los oficiales y sonriendo les digo
— Mi novio ya viene para acá, si gustan tomar asiento, ya que sin él no me muevo de aquí — me siento con toda la paciencia del mundo
Ellos se sientan y se nota que están tensos, mientras yo continuo con mi sonrisa y mi calma. Estando Ben aquí no tienen nada contra mí. Eso me tranquiliza mucho.
Esperamos varios minutos y veo que llega Benjamín, pero viene solo, eso me hace fruncir el ceño. Este al verme corre a mi lado y toma mi mano mirándome con preocupación
— ¿estas bien? — pregunta mirando mi rostro
— Si cariño, pero no entiendo porque me buscan, no me dijeron. Solo que debo ir con ellos — digo haciéndome la indefensa
— ¿Con que cargos o porque motivo llevan a mi novia con ustedes? — les pregunta Ben directamente a ellos
— Tenemos que hacerle unas preguntas sobre su llegada y otros detalles — le dice uno de los oficiales
— Bien entonces vamos los dos, pero si nos disculpan iremos en mi auto, nos vemos allá oficiales. Por lo que tengo entendido no esta detenida, ya que no tienen cargos, así que la llevaré yo — dice muy serio Benjamín
Los oficiales asienten y se van molestos, al quedar solos me mira y dice
— Vamos a mi despacho, tengo listos los documentos de la nena, en caso que te digan algo por tu estadía aquí tendríamos el motivo de que estas por estos tramites de adopción conmigo y que cuando estén listos les informaras de inmediato — lo escucho y siento como monito
— De acuerdo, ¿Dónde tengo que firmar? — pregunto mirando los papeles
— Aquí — me dice señalando el final de la hoja
— Listo, ahora que — digo nerviosa
— Ahora vamos a responder todas sus preguntas, todo va a salir bien — me dice y eso me calma
A pesar de no compartir mucho con él confío en sus palabras, le creo por lo bueno que ha sido conmigo desde que llegamos aquí con mi hija.
Llegamos a la comisaria y antes de bajar le digo tomando su mano
— Si preguntan cuando llegue aquí, ¿puedes decir que un día antes? O ¿en la mañana a primera hora del día que llegue aquí? — pregunto con nervios
— Claro que puedo decir eso, pero no entiendo el motivo — dice con el ceño fruncido
— Solo un mal entendido con mi ex pareja — digo con tristeza
— Entiendo, no te preocupes, te apoyaré en todo — dice sonriendo y besando mi mejilla
Bajamos tomados de la mano, eso hace que todos nos miren y sobre todo a él, parece que lo conocen. Me siento orgullosa de llevar su mano, esto me hace ver que no me pasará nada hoy.
Un oficial nos hace pasar a una sala, me piden que me siente. Lo hago y le piden a Benjamín salir de la habitación.
— ¿Por qué tiene que salir? — pregunto confundida
— Las preguntas son para usted, no para el señor. Por favor sígame por aquí puede esperar — le dice a Ben
— Todo estará bien, tranquila — me dice antes de salir
Me quedo esperando por varios minutos y nada que viene a hacerme esas preguntas. Mi paciencia esta mas que acabada, me levanto molesta y cuando voy a salir de la sala entra un señor que dice
— Señorita Ana, soy su abogado. Me contacto la fiscalía para defenderla por los cargos que le imputan — me dice sentándose y sacando papeles que no se que son
— ¿cargos? ¿De qué está hablando? No tienen ningún cargo contra mí, debo ver a mi hija — digo saliendo de la sala
Solo abro la puerta y no logro salir, afuera de la puerta hay un oficial custodiando la salida. Vuelvo a entrar y me siento al lado de mi supuesto abogado.
— Los cargos que le imputan son por homicidio y tienen testigos de que fue quien disparo, la van a deportar a Cartagena, por lo que yo solo seré su abogado los días que este aquí — me explica el ineficiente abogado que tengo
— Perdón, ¿no lo contrato Benjamín? — pregunto confundida
— No, ya le dije que la fiscalía — dice molesto
— Esto e una broma, mi novio Benjamín esta afuera esperando por mí, llámelo — le digo comenzando a enojarme
— No hay nadie afuera esperando por usted — me contradice el abogado este
— No sea mentiroso, llame al oficial que me trajo a esta sala — le exijo molesta
— Esta bien — es lo que dice al salir
Entra en oficial mirándome con gracia
— ¿Dónde está Ben? Usted me vio llegar con él — digo molesta
— El señor Benjamín fue el testigo clave para comprobar que, si es la que hizo el disparo, no tiene coartada y debe ser enviada a Colombia para pagar su crimen.
Esto no puede estar pasando, no es cierto, Ben no pudo hacerme esto.