Alonso seguía con Dinora besándose en el pórtico de la casa de Marina.
David salió de la casa ignorando a la pareja y camino hacia la casa donde estaba su padre, al llegar con las personas Erick lo presentó. “El es mi hijo David”.
Dante observó al chico que también lo miraba extrañamente. “Hola”. Le dio la mano.
David solo lo observó en silencio. Este hombre nunca antes lo había visto junto con su padre, era un completo desconocido al que no había investigado.
Miranda le dijo. “No le gusta que lo toquen”.
Dante entendió y se rasco la nuca.
Carlos llegó en su coche junto con Marina al bajar lo primero que hizo fue encontrarse con la mirada de Erick, al instante todos se quedaron todos en silencio y se pusieron incómodos a todos por la extraña fijación entre ellos.
Por su parte Marina no podía dejar de verlo sin que su corazón se emocionara y pensaba que sería difícil este camino largo de encontrarse con él muy seguido.
Erick solo observaba a la mujer pensando en lo que David le dijo. -Mamá se casa y Carlos vivirá con nosotros- No entendía el porqué, pero le dolía y mucho.
Dante observó a ambos y frunció el ceño girando para ver a Miranda, ella negó con la cabeza ante lo que pasaba.
Carlos se acercó a la acera mirando a Marina, hizo una pequeña mueca y se puso frente a ella entregando algunas compras, así fue como Ercik y Marina perdieron el contacto visual, él giró para ver a la gente en la acera y los saludó cortésmente. “Buenas tardes”.
Miranda lo saludó rápidamente. “Hola doctor”. Giro para ver a Dante. “Él es mi doctor, me está ayudando a salir adelante”.
Dante entendió y estrechó la mano del doctor. “Un gusto, soy amigo de Miranda”.
Marina también se acercó a saludar detrás de Carlos. “Hola a todos”.
Dante asintió.
Erick la presentó. “Ella es la madre de David. Marina”. La forma en que pronuncio su nombre fue extraña, algo dolorosa.
Carlos siguió con la presentación. “Es mi prometida, nos casaremos en dos semanas”.
Todo se quedó en silencio por unos segundos, David miró a su padre. “Quiero hablar contigo”.
Erick entendió despidiéndose de todos para entrar a la casa, David giró para ver a su madre y Carlos por última vez antes de decirle a Erick la verdad.
Todos seguían conversando entre sí en el patio de la casa. Alonso, Dinora, Dante y Miranda subieron al auto de Dinora para conocer la ciudad mientras Eric se quedaba con David.
Erick y David subieron las escaleras al cuarto de Erick.
“Y bien, ¿Qué querías decirme?”.
David se sentó en la cama algo nervioso, nunca se había sentido así antes.
Sacó su iPAd y le mostró una foto, era igual al cuadro que David le hizo.
Erick observó la foto y frunció el ceño. “Esto…”
David asintió. “Es igual al cuadro que te hice… Eres tú y mamá… hace más de siete años”.
Erick miró al chico sin entender. “¿Siete años?”.
David le mostró un video, en el estaban Marina y Erick caminando de la mano mientras Dinora los grababa, el llevaba el cabello revuelto y estaba feliz, Marina se abrazaba a él y Erick besaba su frente, jugueteaban entre sí.
En otro video Marina estaba cantando en el festival, se veía mucho más joven, la persona que grababa enfocó a Erick quien sonreía al ver a Marina en el escenario, chiflando y aplaudiendo.
En otro momento, Erick grababa el video mientras besaba a Marina en la mejilla, estaban en una habitación que parecía un estudio de pintura.
Erick no entendía, observó la fecha de los videos y miró a David de nuevo.
David suspiró. “Hace años, tú y mamá vivían juntos en la casa vieja del abuelo, ahí estaba el taller donde trabajabas… Tuviste un accidente y perdiste la memoria, tu padre vino aquí cuando se enteró y te llevo lejos, mamá fue a buscarte, pero no consiguió que regresaras porque nunca la recordaste”.
Erick pensaba en esos tres años en que perdió la memoria y susurro desconcertado. “Todo ese tiempo… estuve aquí”.
David asintió sacando de su mochila una caja, se la entregó a Erick quien la abrió encontrando un sinfín de fotos viejas, donde estaban Marina y Erick juntos, en algunas estaba Dinora y un hombre mayor.
David le dijo. “Él era mi abuelo, te dio trabajo cuando llegaste a México sin nada, mamá me contó todo hace unos días y creí que deberías saberlo”.
Afuera Carlos se despedía de Marina. “Mañana te recogeré para seguir con los preparativos, todavía debemos arreglar lo del pastel y la comida”.
Marina asintió, Carlos se acercó besando sus labios rápidamente, subió a su auto y se alejó.
Ella estaba a punto de entrar en la casa para ir un rato a su estudio, cuando Erick venía de visita David se desaparecía por completo para pasar tiempo con su padre.
Ella se giró para entrar y escuchó. “¡Marina!”.
Ella miró en la dirección donde la llamaban. Marina extrañada por la forma en que Erick se acercaba a ella, ¿Estaba molesto?- pensó.
Ella le preguntó. “¿Qué pasa?”.
Erick llegó hasta ella apretando las fotos y mostrándoselas en la cara. “¡¿Cuándo pensabas decirme de esto?!”. Estaba furioso.
Marina observó las viejas fotos y miró a David molesta.
El chico solo hizo una mueca y regresó a la casa de su padre. Sabia que ellos necesitaban tiempo para hablar.
Marina negó y caminó hacia su casa.
Erick la siguió.
Ella temblaba mientras abría la puerta.
Erick le gritó. “¡Dime! ¿Cuándo pensabas decírmelo?”.
Ella se giró y le gritó. “¡Nunca!”.
Erick no entendía. “¿Por qué?”.
Marina siguió caminando, entrando en la casa y Erick entró detrás de ella.
Marina camino por la sala jugando con sus dedos.
Erick más calmado le advirtió. “Marina…”
Ella respiró hondo antes de enfrentarlo, giró para verlo sin hablar.
Erick se acercó colocando las fotos en la mesita. “¿Por qué no me lo dijiste desde el principio? ¿Por qué ocultarlo?”.