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El día que te perdí

🔒 CAP 59 MALINTERPRETAR

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Dinora llegó más tarde, todos estaban en el jardín, conoció al padre de Carlos y conversaron por un rato.

En la cena todos estaban reunidos, Carlos se levantó y les dio la noticia. “Esta reunión es especial”. Miró a Marina, ella le dio su mano apoyándolo. “Marina y yo nos casaremos”.

Dinora y David se quedaron mirándolos en silencio por unos segundos, el padre de Carlos sonrió feliz. “Excelente, felicidades”.

Dinora se levantó abrazando a la pareja y miró de forma dudosa a Marina quien la ignoró, no podía hablar en ese momento.

David solo estaba en silencio, no protestó.

Al finalizar el día, Carlos llevó a Marina, David y Dinora a su casa, Marina se despidió de Carlos en la puerta y al entrar Dinora ya la esperaba de pie frente a la sala con los brazos cruzados. “¿Cuándo te pidió que se casaran? ¿Aceptaste tan rápido?”.

Marina camino a la sala recogiendo la sala y acomodando la mesa de centro. “Lo decidimos y eso es todo, nos entendemos bien y somos adultos, ¿Por qué no casarnos?”.

Dinora resopló y se sentó en el sillón desparramada. “Solo creo que es muy repentino”.

Miro a Marina escudriñándola. “Te casas… ¿Por qué Daniel regresó?”. Quería saber por que tan repentina decisión.

Marina negó con la cabeza. “Bueno sí y no… Mira el que volviera a verlo me hizo entender que Daniel, mi Daniel nunca volverá, Erick solo piensa en su hijo y es la única relación que nosotros tendremos, ser padres de David, amigos nada más…”

Dinora hizo una mueca y se levantó tomando a Marina de los hombros para ponerla frente a frente. “Lo único que deseo es que estés bien, si crees que Carlos te hará feliz te apoyare”.

Marina abrazo a su amiga. “Lo estaré de ahora en adelante”.

David caminaba en su habitación, estaba estresado e incómodo, seguía pensando que su padre tenía derecho a saber el pasado, pensó por unos segundos y sacó su iPAD.

Entró a las redes sociales de su madre y empezó a buscar por fechas…

Después de media hora encontró algunas publicaciones muy antiguas, eran videos y fotos de sus padres juntos hace más de cinco años.

Guardo todas los videos y fotos, busco el perfil de su padre y lo encontró como Daniel Montoya, la mayoría de sus publicaciones eran del taller mecánico, de autos y de su relación con su mamá.

Al ver los videos él sonrió, se notaba que eran muy felices.

……………………

USA…

Días después…

Erick tenía una videollamada con David.

“Tengo un cuadro nuevo, es para ti”.

Erick se alegró. “En serio ¿No tendré que pagar millones por tener los cuadros de mi hijo?”.

David le regaló una pequeña sonrisa. “No, es un regalo para ti”.

Erick sonrió. ¿Puedo verlo?”.

David asintió, se levantó de la silla y camino al estudio, le mostraba todo alrededor a Erick, el lugar era muy armonioso, se podían ver las pinturas de Marina, David puso la cámara frente al cuadro, en él había una pareja de enamorados abrazados a lo lejos, el fondo era el ancho mar, gaviotas y las olas salpicando de notaban en el dibujo, la mujer llevaba un vestido de gasa blanco y el hombre jeans arremangados hasta las rodillas, llevaba una camiseta ligera celeste.

La cabeza de Erick dolió, él se sobo la frente, igual que antes algunos recuerdos, pero dispersos llegaron a su mente, el mar, las gaviotas, el sol, la playa, una mujer de vestido blanco con su cabello largo y suelto que le cubría su rostro, ella giraba y corría en la orilla de la playa chapoteando el agua, Erick la miraba mientras la perseguía, podía ver su sonrisa, pero su rostro completo no.

“¿Papá?”.

Erick observó de nuevo el teléfono y trató de sonreír. “Es muy buena, cuando le des color quedará genial”.

David asintió mirándolo, claro que noto el cambio en su padre y pensó – ¿Podrá recordar si le muestro las fotos y videos-

Erick respiró profundo para calmar el dolor y preguntó como siempre que le llamaba a David. “Tu madre ¿Cómo está?”.

David miró a su padre y decidió decirle. “Mamá está bien, ella… se casará en un mes”.

Erick apretó el teléfono sin entender, el corazón dolió. “¿Casarse?”.

David siguió. “Si, Carlos vendrá a vivir con nosotros por un tiempo, después buscaremos una casa nueva”.

Erick no entendía porque, pero estaba en desacuerdo. Se despidió de David y suspiró para calmar su ansiedad.

………………………………

Miranda y Dante llegaron a un restaurante, la comida del lugar era buena, ellos habían estado comprando algunos lugares para hacer un centro para mujeres abusadas y maltratadas, también abordarían el tema de los niños de la calle, llevándolos a una casa hogar para que padres que estén dispuestos a adoptar puedan llevarlos a casa.

Dante estaba cada vez más fascinado de la mujer, claro que le gustaba era una mujer excepcional, única.

Ellos conversaban mientras entraban al restaurante y en la puerta se encontraron con una mujer rubia. “Hola amor”.

La mujer se acercó a él besando sus labios rápidamente.

Dante no alcanzó a reaccionar.

La mujer le sonrió. “Necesitamos hablar, es algo muy importante”.

Dante miró a la mujer en silencio.

Miranda frunció el ceño, se sintió algo incómoda, miró a Dante. “Nos veremos más tarde en la oficina”. Ella se giró y caminó por la acera.

Dante quiso detenerla, pero la mujer lo agarró del brazo. “Dante, hablemos”.

Él se zafó. “No hay de qué hablar, se terminó el día que me dejaste claro que no estarías con un hombre sin dinero y poder ¿Recuerdas? Me lo dijiste el día que mi mamá estaba en el hospital y que me despojaron de todo en la empresa de mi familia”.

Dante camino detrás de Miranda, pero ya no la encontró. Miraba a todos lados, y solo suspiro, no quería que lo malinterpretara.

Miranda regresó a la oficina, su apetito se perdió cuando vio como la mujer besaba a Dante. Resopló. Pensando para sí misma. – ¿Por qué te interesa Miranda? –

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