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Despreciable Alpha

🔒 CAPITULO 23

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—¡Los encontré!

Ambos nos sobresaltamos cuando vemos a Skay, nos mira de forma interrogatoria al ver que estábamos demasiado cerca, empujé a su hermano para salir de mi situación. Estuve a punto de caer en sus juegos, pero su hermana me ha salvado de meter la pata.

—¿Qué hacían ahí arriba eh?

—Nada que te importe a ti —dijo Damián molesto —No hemos terminado de hablar.

—Para mi si. —dije tajante —Porque no vuelves con esa loba. Se ve a leguas que tienes preferencias por las putas como ella o su hermana.

El ni siquiera me vio, simplemente se encerró en su habitación no sin antes azotar la puerta, entrar. Suspiro nerviosa porque aun sigo con una calentura infernal, “¡mierda!”, ese chico tiene algo que me fascina, mis hormonas están locas y se pone peor cuando intento sacar de mi cabeza lo que pasó mas no puedo hacerlo.

De regreso a casa, mi madre ya se encontraba esperándome con la cena lista, la observo y solo puedo ver que se siente mal por haberme engañado, pero no por haber intentado a mi ex novio

—¿Cómo te fue? —pregunta —Dice tu padre que la niña, a diferencia de su hermano, es un amor.

—Lo es. —ladeo una sonrisa.

—Aunque supongo que pasaste mas tiempo con ambos.

Sabia a donde quería llegar con la conversación así que le dije que no era así ya que había terminado con él, por supuesto que ella quería detalles de las razones por las que había terminado con Damián pero no se las daría.

Terminé mi cena y me fui a mi habitación, observo la hora en mi celular, ya era algo tarde, intenté dormir un poco… “no puedo” siento que mis lagrimas ruedan por mis mejillas cuando recuerdo lo que vi, me dolió mas de lo que pude imaginar, el primer chico que me vuelve loca y termina engañándome, pero claro, es un alfa que hace lo que se le da la gana, no podría esperar mas y es por eso que pensé que lo mejor era terminar con él, no quiero ser la burla de nadie y menos de… seres sobrenaturales “aunque yo también lo soy”

Suspiro profundamente mientras siento que el pecho me duele, me asfixia así que intento dormir con las pastillas que pensé que jamás volvería a usar para tranquilizarme, la tomo en mi mano mientras la observo y pienso que no será suficiente para dormirme o que no debo excederme porque podría no despertar jamás.

—Un día más. Solo debo…

Es odioso pensar que sigo siendo la misma de antes, sin novio a excepción de que ahora tengo poderes por ser una bruja.

—Escuchaste…

—Si, dicen que terminaron.

—Obvio que si, Damián no se conformaría con tan poca cosa como ella.

Si, todos en la escuela ya sabían la nueva noticia, y claro que puedo imaginar quien fue el de la idea de regar la noticia. Pero ignoro lo que murmuran a mi alrededor y evito cruzarme con violeta o con Tay.

Durante el día tuve todas las miradas sobre mi, podía jurar que la mayoría se burlaban de pero no entendía porque

—Al fin te encuentro.

—Acaso no es obvio lo que quiero. —ella dice que aun así no me dejaría sola porque somos amigas —¿Amigas? —dije burlonamente —Por favor, jamás seria amiga de alguien que te traiciona en cuanto tiene la oportunidad.

—Pero Liz…

Le doy la espalda pero terminé chocando contra alguien, el aroma de su fragancia me es familiar, ni siquiera quería verlo a la cara porque esto es su culpa, evadirlo era lo mejor pero al parecer a él no le agradó eso

—Te crees mucho para ignorarme —me detengo —Demasiado diría yo

—Y tú te crees demasiado para pensar que todo el mundo gira a tu alrededor.

—Eso no decías antes, incluso me dijiste que me amabas. —al escuchar su risa me dolió malditamente, empuño mis manos molesta —Pero alguien como tú que sabe de eso.

Volteo a verlo, me reprimo a contener mi dolor mientras me doy cuenta de lo cruel que es, como puede decir eso después de todo lo que ha pasado. No lo entiendo…

—Tienes razón. —un nudo se forma en mi garganta —Porque… quien podría ser capaz de amar a alguien tan despreciable como tú que lo único que le importa es si mismo. Prefiero amar a alguien de mi clase que a alguien que se da aires de realeza.

Ya no pude soportarlo mas y camine lo más rápido que pude para salir de las instalaciones de la escuela, mi pecho dolía tanto que comencé a asfixiarme, caigo de rodillas mientras maldigo tan fuerte porque soy una completa estúpida, porque… porque vi y sentí todo eso cuando en realidad el ni siquiera lo siente, “seguramente fue un sueño y yo como una tonta lo interpreté como real”

Al encontrar un pequeño refugio, me quedé ahí hasta sentir que ya era tarde, pude escuchar a violeta y a Tay buscándome, pero solo quería estar sola, reviso la hora en mi celular y al ver que era muy tarde busqué el camino de regreso a la carretera, pero escucho que alguien me sigue detrás, volteo pero no había nadie.

—Hola.

—¡O maldición! —acuno mi pecho por el susto que me llevé —Tay… casi me matas del susto.

—Te estuve buscando pero no te encontré. Tus padres estaban comenzando a preocuparse.

Ruedo mis ojos ya que no podía callarse y no llamarlos y se lo reproché por eso, en fin, le tuve que pedir ayuda porque estaba perdida y no sabia que hacer.

—¿Te sientes mejor?

—Si, aunque debo decir que jamás pensé que me afectaría tanto. ¿y violeta?

—¿Violeta? —fruncí el ceño —Ah, ella.

—¿No estaban juntos? —cuestiono mientras lo observo. Noto que hay algo diferente en él —No sabia que tenías un tatuaje.

—Me lo hice ayer —ladea una sonrisa

Algo no me cuadra..

—¿Y hablaste con Violeta sobre su relación?

—¿Qué?… ah, si… hablamos ya todo esta bien.

Comienzo a preocuparme ya que este no era Tay. Parece que se da cuenta de que he descubierto que no es ya que ladea una sonrisa siniestra. Intento alejarme pero me toma por sorpresa cuando me toma de la muñeca, el miedo me invade cuando veo que saca una navaja de la parte de atrás de su cuerpo.

—¿Quién eres? —murmuro asustada —¿Quién te envió?

—Nadie importante, no es nada personal pero solo cumplo ordenes de un Alfa.

“¿Alfha?”

—Damián…

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