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Dane

Prólogo

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¿Qué tan malo puede ser trabajar más de 8 horas diarias?
Valentina no se creía capaz de lograrlo, pero lo consiguió fue el mejor
trabajo que hizo en estos últimos años si no fuera por la señora Sara en
estos momentos estaría en la calle y su pequeño hermano Santiago en un
orfanato, él es la razón por la que trabaja tanto tiempo, no puede sacar de la
cabeza al pequeño de 4 años que puede ser perfectamente su hijo desde que
sus padres los abandonaron, no ha hecho más que trabajar, incluso cuando
todavía sus padres se preocupaban un poco por ellos ayudó con dinero
pero cuando nació Santiago fue mucho más difícil.
Ella nunca fue una persona de personas, siempre se mantuvo alejada de la
gente no quería que Santiago se encariñara con alguna persona y luego
desaparecerá de su vida, no podía causarle tal dolor a su pequeño, ese era un
deber de hermana mayor desde que tiene 19 años no ha dejado de trabajar
para darle una buena vida, ella no era la mejor en muchas cosas, de hecho
era muy mala para los oficios domésticos menos en la cocina le encantaba
cocinar.
El pastel que hacía estaba casi terminado, se sentía cansada, no había
podido descansar lo suficiente, pero con el trabajo a tiempo completo que lo
ofreció la Señora Sara, no pudo decir que no era una gran oportunidad para
dejar todos esos trabajos de medio tiempo y por fin tener algo estable para
ella y su hermano, ayudaba en la señora Sara en todo lo que podía en casa
ella se encargaba de hacerle, compañía y cuidarla ya era una señora muy
mayor sus hijos prácticamente la habían dejado sola, el único que venía a
verla era su nieto mayor Dane según lo que contaban los otros trabajadores
de hecho ella nunca había visto a Dane, comenzó a trabajar hace poco en él
lugar y no conocía a mucha gente, según todos los empleados, su pequeño
Santiago era su hijo y para ella lo es, aunque biológicamente sea su
hermano, ella cuidó de él, así que es suyo, la única que sabía que Santiago es
su hermano es la Señora Sara, ella siempre la apoya y consiente mucho al
pequeño.
Pero siempre tenía miedo de que sus padres volvieran por él y lo alejaran de
ella no podría soportar tal dolor, ella quiere tener a Santiago con ella para
cuidar del tiempo que sea necesario.
****
Dane es el dueño de una de las más grandes empresas de seguridad del país.
Es un hombre grande y robusto de más de seis pies de altura, cuando era
niño siempre fue más alto y grande que el resto de chicos nunca pudo hacer
muchos amigos por tal razón.
Sus padres siempre buscaron una mujer con la cual él pudiera sentar cabeza.
Él estaba cansado de escuchar todo el tiempo a su padre sobre conseguir
una esposa ya tiene 37 años y no se ha casado, necesita encontrar una mujer
que se case con él y tengan hijos.
Eso es lo que siempre le pide su padre un nieto, él siempre quiso casarse
por amor cosa que era ridículo según su padre.
Sus padres nunca se amaron, él sabía que fue un acuerdo entre dos empresas
sus abuelos paternos siempre se opusieron a eso, él quería un amor cómo él
de sus abuelos.
Su abuela había sido la hija de la cocinera en la mansión de su abuelo ellos
se conocieron ahí se enamoraron tan profundamente que se casaron sin
importar la opinión de los demás incluso después de la muerte de su abuelo
a su abuela le seguían brillando los ojos por el amor que ella recordaba.
Ya había pasado mucho tiempo y ninguna mujer con las que había estado lo
hacía sentir amado, estaba comenzando a cansarse y no tenía todo el tiempo
del mundo.
Y el hecho de que su padre no paraba de insistirle con un nieto, no ayudaba
ni siquiera sabía si quería hijos.
Hoy iría a ver a su abuela de lado paterno, la abuela Sara era una de las
mejores personas que había conocido, era la única que no juzgaba su forma
de actuar o de pensar, de hecho apoyaba la mayoría de decisiones, así que
era su persona favorita.
La casa de su abuela era hermosa, no importa donde miraras siempre
encontrarías algo hermoso o eso es lo que él creía, tocó el timbre ansioso
por volver a ver a su abuela Sara, pero nunca espero que quien abriera la
puerta fuera la mujer más hermosa y sexi que hubiera visto, era pequeña
quizás no más de uno sesenta, caderas anchas, pequeña cintura, pechos
pequeños y sobre todo lo que llamó su atención sus hermosos ojos Azules.
¿Cómo es que en toda su vida no había conocido a esta pequeña chica?
estaba lo suficientemente cerca para captar ese delicioso aroma a vainilla y
flores, ese olor le hizo sentir una ola de excitación por todo su cuerpo, solo
con ver a la hermosa mujer que tiene enfrente sabe que será perfecta para
tener a su hijo como pudo tan siquiera dudar tener hijos, esta hermosa chica
era perfecta para él.
—Buenos Días, señor— sus mejillas estaban sonrojadas, eso le pareció una
cosa totalmente adorable a Dane ¿Se había sonrojado por él? Eso era algo
realmente bueno no dejaría que alguien más tuviera la vista de ese hermoso
rosado en sus mejillas más que él.
—Buenos días, señorita…
—Valentina… señor— Valentina, un nombre totalmente hermoso
—Vine a ver a mi abuela, ¿me permitirías pasar hermosa? — en ese
momento ella se dio cuenta de que estaba tapando la entrada y con las mejillas
muy sonrojadas le dio espacio para que pasara, es un hombre sumamente
grande su frente apenas llegaba a su pecho, no sabía qué hacer su corazón
no dejaba de latir por el guapo hombre que acababa de conocer.

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