Todo en ese preciso momento es hermoso, no podía apartar la mirada de cómo Dane jugaba con su hermano.
El pequeño no dejaba de reír, parecía disfrutar de la compañía de Dane, eso le asustaba un poco qué pasaría si él se iba y los dejaba, no creería que su hermano pudiera soportar otra pérdida.
Solo el ver como su hermano reír al lado de Dane era totalmente agradable, le gustaba la sensación que hace mucho tiempo no sentía.
—Ten cuidado, Santi, no quiero que te lastimes.
—no te preocupes tanto querida, estás muy joven para tantas preocupaciones— le da una cálida sonrisa —deja de preocuparte por un momento querida— Valentina suelta una pequeña risa.
—Pienso que tiene razón— la sonrisa de la señora Sara no podía ser más grande.
Siempre vio a esa pequeña chica que vino a trabajar para ella como un pequeño angelito, que había tenido la desgracia de sufrir en su vida, pero sabía por la mirada que Dane le daba, las cosas cambiarían para ellos de la mejor manera.
***
Ese niño nunca se cansaba, de hecho, no tenía ni idea de dónde había sacado tanta energía para jugar con el pequeño niño, no paraba de reír, en algún momento de su juego su abuela llamó.
—Creo que ya cansaste a mi nieto pequeño— volteó a verla con el ceño fruncido ¿Cuánto tiempo llevaban en el juego?, normalmente no se cansaba muy rápido, pero hoy parecía que un camión le había pasado encima.
—Si estás casado podemos ir por un poco de jugo y luego ver una película— parecía que el niño estaba muy feliz de que jugaran con él.
—Pues me encantaría, campeón— se le formó una gran sonrisa y salió corriendo donde su hermana, mientras que le seguía —Dane, me ha dicho que vamos a ver una película, podríamos ver la última de superhéroes— el pequeño no dejaba de saltar totalmente emocionado
—Es la película que vimos la semana pasada, ¿no?
—Si, pero me encanta, quiero verla otra vez— Santi tomó la gran mano de Dane y lo llevó a la sala, hizo que se sentara. Luego se fue corriendo en dirección a la cocina, no tardo mucho, ya que cuando regreso traía dos refrescos que apenas podía llevar en sus manos —Ten, para ti.
—Muchas gracias, amigo— toma el refresco que el niño le está dando.
Santi se sentó al lado de Dane y comenzaron a ver la película, no iba ni por la mitad cuando Santi ya estaba dormido en el regazo de Dane.
Lo levantó en sus brazos, cuándo apareció Valentina.
—No pensé que fuera a dormirse, lo llevaré a su habitación— explicó él
—Claro, acompáñame— él la siguió, pero no pudo evitar posar su vista en su trasero.
Llegaron a la zona de empleados y ella abrió una puerta casi al final del pasillo, acomodo un poco las almohadas.
—Acuesta lo antes que se despierte— él asintió
Santi está profundamente dormido y Valentina sabía que tardaría mucho en despertarse.
Dane sabía que ese es el momento para hablar con Valentina, se acercó a ella peligrosamente hasta que la tuvo atrapada entre su cuerpo y la pared.
—Dime, bebé, tienes otro hombre en tu vida aparte de Santi— ella negó con la cabeza sin dejar de verle a los ojos —quiero ser alguien para tu hermano, quiero cuidarlos, ayudarlos en todo lo que pueda— toco su rostro suavemente
—Yo…
—Si me dejas hacer esto te aseguro que no les faltara nada, quiero cuidarlos.
—No creo…
—Por favor bebé, solo dame la oportunidad de demostrarte que puedo velar por ustedes.
—Está bien.
—Gracias bebé, luego con el tiempo espero que podamos darle hermanitos a Santi.
—Eso quiere decir…— el aire se quedó atascado en sus pulmones Valentina no podía creerlo que estaba pasando, él quería que fuera la madre de sus bebés, ella no se considera una mujer muy guapa y sigue sin creer que sea posible que se fije en ella.
—Yo… Nunca he hecho esto… yo… ni siquiera he tenido novio— él interrumpió antes que terminará.
—¿Nunca? Ella asintió sintiendo como su cara ardía de lo sonrojada que estaba.
—Bien, entonces me encargaré de ti amor— se acercó un poco más a ella para luego besar sus hermosos labios, eran los más deliciosos que había probado en toda su maldita vida.
Mordió suavemente su labio sacándole un pequeño gemido, lo cual aprovechó para meter su lengua en su boca.
Sus lenguas estaban haciendo el amor seguido así hasta que tuvieron que alejarse por aire y volvió a besarla, la apretó un poco más a su cuerpo, sintiendo sus pequeños pezones a través de su ropa, bajo sus manos hasta las mejillas de su trasero, apretando.
—Eres una cosita muy caliente bebé— la tomó en sus brazos con mucho cuidado dándole un beso suave —tendrás a mi bebé y me encargaré de todo lo que necesites.
Hola, mis queridos lectores, espero que esta pequeña historia les esté gustando. Como ya se habrán dado cuenta, la mayoría de mis historias son cortas y con finales felices. Así como las de Alexa Riley, una de mis autoras favoritas. Espero que mi nueva historia Dane sea de su agrado.
XOXO
Nicky