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Cautiva del millonario

🔒 Capitulo 3. Kyle

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Kyle estaba insultando. Maldito deportivo que lo había dejado parado… Con un demonio. 

Encima estaba en el medio de la nada, no alcanzaba señal con el teléfono tanta tecnología y no podía hacer nada… O esperaba que alguien pasara y lo “rescatara” o se ponía a caminar… 

Ahhh pero los de la agencia lo iban a escuchar, se suponía que era una Ferrari último modelo y ni siquiera había ido a tanta velocidad… Lamentablemente Kyle era un genio matemático, pero no sabía absolutamente nada de motores… Y obviamente como estaban las cosas iba a llegar tarde al maldito evento. 

Al principio no había querido ir… pero ya había pasado demasiado tiempo pensó. 

Ya tenía un nombre propio, no debía rendirle cuentas a nadie, podía caminar con la frente en alto… 

Ahora él pertenecía al club de los jóvenes afortunados, incluso había salido en Forbes como uno de los empresarios jóvenes más destacados… pero ¿quién compraba Forbes ya? 

Aparte desde ese entonces se había dejado crecer la barba para verse menos joven… 

La gente solía subestimarlo por su atractivo y su “cara de bebé”. 

Su amigo Seven solía fastidiarlo con eso… no hacía mucho que lo conocía, pero se habían hecho grandes amigos, aunque Seven le llevaba algunos años. Sus mejores amigos estaban casados y desde que él tuvo el problema de su esposa a veces se sentía raro acompañado de otras parejas… 

Ellos se habían conocido en un evento de negocios de la propia compañía de Kyle… aún pensar en su compañía, no podía creerlo… Pero lo había logrado KYLOREN era una de las Fintech más importantes de los últimos años y su patrimonio había crecido exponencialmente.  

Había pasado literalmente de comer fideos de caja de un dólar, a vivir en una casa que era como una mansión… podrían decir que era un nostálgico, pero él era de New Jersey y ahí había comprado su casa… lamentaba únicamente que su madre no estuviera para verlo. 

Tenía custodia y todo… lamentablemente ese día justamente se le ocurrió darle el día libre a su guardaespaldas, lo único que le faltaba era que se largara a llover… 

No fue que terminó de pensarlo y un rayo atravesó el cielo haciendo volar los pájaros y Kyle insultó. 

Tenía dos opciones, o se quedaba dentro del auto, o trataba de caminar hasta el sitio… 

Piensa Kyle, piensa se dijo… 

Estuvo un rato dentro del auto, pero finalmente decidió salir al camino. 

La lluvia no tardó en mojarlo, lo único que le faltaba era pescarse un resfriado pensó y estornudó. 

¡CARAJO! 

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