⇝ Matt ⇜
Sentía una angustia horrible en el pecho, pero no podía hacer más, así que intenté cambiar el chip cuando volví con mis amigos, para seguir disfrutando esta experiencia.
El broche de oro, lo dio una de mis bandas favoritas: “Red Hot Chilipeppers”, así que le saqué el máximo provecho a su presentación, cantando todas sus canciones junto a mis amigos, gritando y aplaudiendo.
Nos encantó saber que algunos de los asistentes nos reconocieron por el show de ayer, así que nos tomamos fotografías, hicimos algunos reels para nuestro Instagram y cuando todo terminó, dimos un último vistazo al lugar que nos dio la oportunidad de hacernos más conocidos y de vivir una de las mejores experiencias que hemos podido vivir como “Breathless”.
Estaba grabando un video, cuando la entrada de un mensaje, llamó mi atención, por lo que corté la grabación y lo abrí.
“He estado pensando… ¿Podemos hablar antes que te vayas?”
Sonreí ilusionado y no dudé en responder.
“Claro. Dime dónde y ahí estaré”
Su respuesta no tardó en llegar.
“En una hora, en la entrada del recinto. Como ayer”
Confirmé con otro mensaje y creo que la sonrisa en mi rostro, podría partirlo en cualquier momento. Así que, tras alcanzar a mis amigos, seguimos grabando y tomándonos fotografías, las cuales comenzamos a subir a nuestras redes sociales y las cuales comenzaron a tener muchas vistas y reacciones al instante.
—Ustedes sigan. Tengo algo que hacer antes de irnos —mencioné.
—Mientras no llegues con la misma cara de anoche, no hay problema, hermano —respondió Alex—. Nunca había visto un corazón tan roto como el tuyo anoche… ¿estarás bien? —Asentí.
—Deséenme suerte —Los chicos me palmotearon la espalda y continuaron su camino, dejándome en ese lugar, que cada vez se volvía más solitario, a medida que transcurrían los minutos.
Las calles se vaciaron y el murmullo de la gente se acalló. Me senté al lado de la estatua donde ayer Alice me esperaba y los recuerdos de la noche anterior se adueñaron de mis pensamientos, rememorando y anhelando que este nuevo encuentro, sea resolutivo y no conflictivo, pues deseaba con todo mi corazón que Alice se abriera y me diera una oportunidad.
—¿Matt? —Su voz me hizo espabilar. Le torcí una media sonrisa.
—Hola —respondí, metiéndome las manos en los bolsillos del pantalón, pues sabía que si las mantenía sueltas, se notaría lo nervioso que me sentía.
—No soy de andar con rodeos, así que iré al grano —advirtió. Tragué el nudo en mi garganta y asentí—. Me gustaría intentarlo… —murmuró y tuve que repetir más de una vez lo que acababa de salir de su boca, para poder procesarlo. Me miró con intensidad, esperando que dijese algo, pero no podía hablar—. ¿No dirás nada? —preguntó.
—Espera un momento —respondí, calmando mi embrutecido corazón, que amenazaba con salirse por mi boca—. ¿Lo quieres intentar…? —pregunté, repitiendo lo que había dicho. Asintió sin despegar sus bonitos ojos de los míos—. ¿Es por Destiny, o porque realmente lo quieres? —Se acercó a mí y acunó mi rostro con sus manos, sin apartar nuestras miradas.
—Estuve toda la mañana pensando en tus palabras, en cómo me habías hecho sentir, convenciéndome que no eres un Nelson más, del que debería huir antes de que me rompan el corazón —explicó.
—El que resultó con el corazón roto fui yo —Le recordé, por lo que asintió.
—Pero estoy aquí, dándote la cara y a pesar que fui una imbécil por haberte echado de esa forma, me arrepiento y quiero intentarlo… —confesó—. Mi mayor miedo al salir con alguien, siempre ha sido la elección y el cómo actuar con Destiny después…
—Es comprensible, no es sólo presentarle un novio o algo así, sino los lazos que se puedan crear y…
—¡Exacto! —exclamó, interrumpiéndome—. ¡Dios, soy tan mala explicando y tú lo dices tan fácil…!
—Supongo que me ayuda mucho ser profesor y trabajar con niños —Sus ojos se abrieron con sorpresa y sonreí.
—Bueno, lo que quiero decir es que ahora, sin siquiera pensar en una relación, el destino se encargó de que Destiny se flechara de ti antes que yo… —explicó.
—Pero tú no…
—Yo también, Matt —Me volvió a interrumpir—. Mírate… ¿cómo no iba a caer redondita? ¿ah? —cuestionó.
—No lo sé, no soy la gran cosa —respondí—. Sólo un músico enamorado… —Se acercó y estampó sus labios sobre los míos en un beso que me robó el aliento. La acerqué a mí, abrazándola con todas mis fuerzas, como si con eso, consiguiera fundirla a mi cuerpo, volviéndonos uno.
⇝ Alice ⇜
Luego de que Tiny se calmara y me hiciera prometerle que llamaríamos todos los días a Matt por teléfono, no conseguí dejar de pensar en todo lo que había pasado en menos de veinticuatro horas.
Mi miedo más grande había sido desbloqueado, pero de una forma muy diferente a como lo había imaginado, pues, siempre creí que si conocía a alguien, tendría que pasar mucho tiempo para presentárselo a Tiny y sentirme segura de que se volvería una relación seria, para evitar romperle el corazón a mi pequeña, en caso que no funcionara. Pero Destiny, siempre iba un paso más allá y fue ella quien se flechó primero de Matt, que a pesar de ignorar las señales que me dio el destino al ponerlo en mi camino, fue quien lo llevó hasta mí.
Después de haberla escuchado decir esas tremendas palabras a Matt y saber que su partida realmente le estaba rompiendo el corazón, y a mí llenándome de dudas; tras pensarlo seriamente durante toda la tarde, decidí que era tiempo de darme una nueva oportunidad en el amor y aceptar la oferta que Matt me había hecho por la mañana, así que cuando respondió al mensaje que le mandé, sentí un calorcito en el corazón, que nunca había experimentado.
Los minutos pasaban y la ansiedad aumentaba, pero estaba decidida a dar este paso, a pesar de mis miedos. Así que, cuando lo vi y hablamos, esa nebulosa de dudas e inseguridades, se fue esfumando más y más, hasta que no aguanté más y me abalancé una vez más a sus labios, dando el puntapié a algo que, esperaba con el corazón, fuera el inicio de algo maravilloso.
Nos separamos, con la respiración agitada y con los sentimientos a flor de piel. Éste hombre realmente me hacía sentir muchas cosas. Sentía mi corazón calientito en mi pecho y por algún motivo, sabía o quería creer que aquí, con él, no corría riesgo.
Matt me había invitado a comer, así que caminamos hasta una pizzería que seguía abierta, donde aprovechamos de hablar de la vida, de lo que hacemos en el día a día, de nuestros gustos, conociéndonos más y puedo afirmar, que estoy total y absolutamente convencida, que enamorarme de Matt Harrison, será demasiado fácil, para mi propio mal.
Me dejó en la puerta de mi edificio y aunque lo insté a pasar, prefirió dejarme descansar, así que nos despedimos, sabiendo que no nos veríamos por un tiempo indefinido, pero con la claridad de que nos llamaríamos a menudo, así que con el estómago lleno de mariposas y sintiéndome como una adolescente, subí a mi apartamento, para darme un baño, pensar en todo lo que había ocurrido y tirarme a la cama, donde caí rendida a los brazos de Morfeo y así dormir lo que no había dormido la noche anterior.
(…)
La voz chillona de Destiny, hablando a todo volumen desde la sala, fue mi despertador. Por suerte, me tocaba el turno de la tarde, para recoger todo lo que era el cableado y desarmar alguna de las instalaciones que habíamos hecho, así que estaba relajada en cuanto al tiempo.
Miré la hora en el reloj de la mesita de luz y bufé, pues mi hija no me daría tregua, dejándome dormir un poco más, así que me desperecé y me levanté al baño.
Tenía el cabello hecho un desastre, el maquillaje corrido, pero una sonrisa que tenía nombre y apellido. Le sonreí a mi reflejo y comencé a desmaquillarme un poco. Me lavé los dientes y no quise batallar con mi cabello desde tan temprano, así que un poco más decente de lo que desperté, fui a la sala donde mi parlanchina hija, transmitía sin parar.
—¿Con quién hablas tan fuerte, bebé? —pregunté en voz alta, mientras caminaba hacia la sala, donde dos pares de ojos, se posaron sobre los míos y sentí mi corazón desbocado al ver la amplia sonrisa de Matt y la ilusión en el rostro de mi pequeña.
—¡Mira, mami! ¡Matt está aquí! —exclamó Tiny, feliz, mientras comía unas donas y tomaba lo que parecía ser chocolate caliente. Mis ojos se posaron sobre los suyos, que me miraban como aquel ciervo que se dejó comer por este feroz lobo y me di una palmada mental, por mis fachas.
—¡Matt! —exclamé. Mis mejillas se sonrojaron enseguida.
—Buenos días, dormilona —Me guiñó un ojo y sentí como partes de mi cuerpo que no deberían estar activas, mientras mi hija está presente, hacían acto de presencia.
—Buenos días… —respondí—. ¿Cómo es que estás aquí? ¿Tu viaje…?
—Les traje el desayuno —Señaló las bolsas sobre la mesa y no pude sino sonreír, mientras Tiny asentía con la boca llena y me hacía un espacio entre ella y Matt, para que me sentara.
—Ven, mami. Está muy rico —Pidió. Caminé con dudas, por mis fachas, pero finalmente le quité importancia, pues ya me había visto desnuda, qué más daba.
Nos dimos un beso en los labios como saludo y cuando volteé para tomar un vaso con café, Tiny nos miraba ilusionada, pero no dijo nada. Así que comenzamos a desayunar, como si fuese algo tan cotidiano y rutinario entre los tres, que aunque extraña, sentía que podría acostumbrarme a esto, sin dificultad.
FIN.
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Muchas gracias por leer esta historia corta, la cual está escrita con mucho amor y espero que les guste leerla tanto como a mí me gustó escribirla.
Si alguna de ustedes lee “Camino a la felicidad”, ya se saben la historia de la hermana de Matt, donde tendremos más noticias de él, Alice y Destiny.
Un abrazo y gracias por darle una oportunidad a “A primera vista”.