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Camila

🔒 Camila.

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El día jueves, paso. Había llegado de forma tan precipitada, que ni siquiera yo lo había esperado; sin embargo ya nos encontramos finalizando la semana y sentía que no había hecho mucho por mí misma en estos días. Solo había logrado, renegar con Felipe, el cual aún seguía en la oficina. Tampoco nos dirigimos palabras después de lo que había ocurrido, el se había mantenido distante. A decir verdad aún me afectaba el hecho de tenerlo a mi lado, pero intentaba con todas mis fuerzas obviar todas las sensaciones: que él me daba solo con mirarme.

Suspiré, estaba sola en este momento. Felipe aún no había llegado; sin embargo al parecer había entrado antes que yo: estaba sus cosas en su escritorio. mi ayudante, se encontraba buscando unos papeles en el otro departamento, al cual no estaba inundado. Aún teníamos mucha humedad y se están reformando todos los lugares que estaban aún húmedos. Mas adelante en unos días, podíamos volver a nuestros lugares bueno, yo sí estaba mi oficina pero el resto no.

De pronto la puerta fue abierta y un Felipe bastante despeinado, ingresó. Lo miré con una ceja levantada acercarse al escritorio, me dijo un suave,”Hola”, y se sentó yo le dije, “Hola” y no dijimos más nada en toda la mañana. Marcelo después de una hora, había aparecido. Él me trajo los papeles y volvió a concentrarse en su escritorio; sin embargo no pude evitar mirar de soslayo a Nico, el cual tenía la camisa desprendida, no tenía corbata y parecía que le dolía mucho la cabeza; lo pude notar, porque se masajea va una y otra vez. 

En un momento al otro mi alma piadosa, no pudo contra la cara de sufrimiento de él; aunque una parte también se mofaba de verlo asi, no iba a negar. Me paré decidida a dejarle una de las pastillas milagrosas, para la resaca, ya que a él le dolía la cabeza: ni siquiera entendía por qué motivo aquello me preocupaba. Era su vida, pues solo que quería ayudarlo; sin embargo no me gusta verlo sufrir. Fui al dispenser de agua y le dejé un vasito con una pastilla, me miró confundido y me dijo:

—Otra vez, me dejas una píldora ¿tan mal me veo? — comento divertido y yo le dije:

—La verdad, siempre te ves mal eso no es novedad.

Él me sacó la lengua de manera infantil y yo no pude evitar reírme, puse los ojos en blanco y él se tomó la pastilla junto con el agua. Al tomarse aquello, en un segundo dado: él puso una cara de asco al ingerirla.

—¿Qué es esto, veneno? —preguntó y yo le dije divertida:

— Si sería una buena idea. Pero no, tienes que vivir por mis hijas, así que no te puedo asesinar— fingí pesar, me miró horrorizado.

—Me has envenenado, lo sé — comentó, haciéndose el dramático. De pronto entró Emma y le dijo: — tu amiga, me a envenenado, por favor dígale a mis hijas que las amo.

Comentó en tono dramático, Emma me miró divertida y dijo:

— ya me parecía raro, que aún no te haya envenenado, así que creo que te dio mucho tiempo de vida — nos reímos, yo le contesté a mi amiga:

— La verdad es que me estaba demorando demasiado, tienes razón. Creo que el mundo no necesita a un Feli más molestando por aquí, y por allá — comenté riéndome y él tenía una cara horrorizada, y de pesar.

—Yo quiero vivir, soy demasiado guapo para morir en este momento —dijo, fingiendo drama.

—Ysí la verdad, que estás viejo. Ya es hora de que empieces a ir descendiendo —habló Emma, y nos reímos con mi amiga.

—Oye, soy joven todavía tengo apenas 40 años —exclamó, y yo le dije:

—Sí, pero pareces más grande, ¿o no amiga?

— Si —comentó divertido —pareces de 50— reímos, de pronto mi jefe entro y dijo: 

—¿Por qué tanta risa?, tanto drama ¿Qué pasa querido Feli?, ¿por qué tienes esa cara de muerto?

—¿Ya se me nota la cara de muerto? — comentó alarmado y no pudimos evitar reírnos — es que creo que me ha envenenado mi ex esposa — comentó alarmado a mi jefe, él me miró con la ceja levantada y dijo:

—¿Como que vas a envenenar, a uno de mis mejores empleados?, por favor acaso estan delirando.

Por supuesto —comentó en tono divertido y yo le dije:

—Yo jamás impediría a mi ex esposo que viva un poco mas por favor y menos en la empresa. Lo haría más de forma disimulada.

—¡Oye! Ahora tengo miedo — estaba aún con cara de espanto — entonces ¿no me han envenenado, verdad? —pregunta dudoso.

—De verdad, pero que no te echaría veneno eres, por desgracia, el padre de mis hijas. A pesar de que no te soporto — protesté.

—¡ay! menos mal, ¿no puedo hacerte otro hijo para asegurar asegurar, mi supervivencia? —preguntó y todo estallamos en carcajadas.

—Jamás —murmure poniendo los ojos en blanco y volviendo mis tareas del día a día.

Cuándo viene pasando 4 horas y estaba exhausta de revisar tanto, tantos documentos con Marcelo: nos dirigimos a la cafetería, estaba bastante cansada y no quería ver más otro papel durante, aunque sea, media hora.

—Entonces, ¿las cosas a mejorando con tu esposo? — quiso saber.

—Ex esposo —le corregí —pues la verdad, no lo sé, aparte ya no discutimos como antes ni tampoco nos queremos asesinar, pero aún así me cae mal —comenté sincera y él dijo:

—Pero aún siguen queriéndose ni siquiera entiendo por qué están separados.

—Pues la verdad: es que me pidió volver, pero no me interesa es decir para que volver con quien me lastimó.

—Aún te sigue queriendo. Yo creo que la agarró la inmadurez de los 40, ¿se puede llegar a eso?, creo— se preguntó más para sí mismo que para mí.

—Pues la verdad que no lo sé. La cosa es que nos arruinó, porque también estuvo mal lo sé, mi pequeña hija. No está recuperado totalmente del divorcio, así que si era un acto de inmadurez para sanarse él. Entonces momentáneamente destruyó la familia. Le rompió el corazon no solo q mi, sino a nuestras hijas. No sé si podría perdonarle, es más difícil para mí— me sincero y él dijo:

—Tienes razón por un lado, pero sé que debo preguntar algo, se que eres mi jefa y todo ¿Qué harías, si él estuviera con otra mujer? O sea así entablar una relación formal, ¿Cómo te sentirías? —me pregunto.

 Yo me quedé unos segundos procesando aquella información. Cuando lo había imaginado con Julia casi me da un infarto después de tantos años y ahora su pregunta: me daba mucho en qué pensar y me hace doler la cabeza. Entonces le contesté:

—No sé, por mí que haga lo que quiera entonces él me dijo:

—¿De verdad esa es tu respuesta? , Te quedaste pensando un segundo y apretaste el puño, casi asesinas al pobre vaso que está en tu mano. Entonces me dices que no te interesa ¿es cierto? — me preguntó divertido.

—Vale, sí me interesa ¿pero qué puedo hacer? No quiero que la cagué o sea es como que no sé desde qué punto se podría recuperar algo así. Esta todo tan roto en nosotros, como nuestra relación — comenté con pesar y él me dijo:

—Creo que todo tiene solución y tal vez, no se sentía feliz o qué sé yo ¿Te haz a pensar un poco en el punto de vista de él? — preguntó.

—Si en realidad, no lo entiendo se que me dijo que lo hacía para no lastimarme, pero ¿no era más fácil hablar y no tener que hacer todo este drama? 

—No justifico para nada que te haya lastimado, eso estuvo pésimo. Pero, pues yo creo que todos nos equivocamos porque Feli no es malo o ¿me vas a decir que es mala persona? —me preguntó y yo le dije:

—No es malo; sin embargo siempre que puede le mete la pata así que eso creo que lo convierte en malo.

—Puede ser —me contestó — sin embargo yo creo que el daría la vida por ti, lo sabes puede ser que sí muy duro.

—Sin embargo él siempre sabe la forma de hacerme sufrir —comenté con tristeza— como en este momento entonces él me dijo:

—Yo no creo que lo haya hecho para lastimarte, al contrario a veces es difícil. No estoy diciendo que lo estoy defendiendo, sino que estoy intentando entender su punto de vista ¿me entiende?

—Sí te entiendo, si quieres abrir todas las expectativas posible pero creo que a veces las cosas no tienen entendimiento.

—Y no, a veces se comete errores sin justificación ¿no te parece?

—Puede ser que tengas razón.

—Si el te mira como si fueras el mundo entero, para él. Creo que esa forma de mirar, no se consigue con facilidad en muchas personas ¿me entiendes?

—Te puedo llegar a entender, sin embargo: él me lastimó y estamos separados, así que no sé que irá a suceder y otra cosa se me declaro Liam — le dije.

—No puedo creer lo que dijiste ¿a ese hombre tan guapo? — murmuró divertido.

—Pues, le dije que era mi amigo entonces el martes apareció en mi oficina: me dijo que él me esperaría. El problema fue que cuando estaba apunto de besarnos en la noche anterior, apareció Nico todo borracho y lo tuvimos que llevar a su departamento.

—¿Estás hablando de verdad? — preguntó.

—Sí, lamentablemente es de verdad y o si, entonces cuando alguien se me declaro después de tantos años: apareció Felipe. Yendo detrás diciendo: bravo y qué sé yo. Entonces lo llevamos a su departamento, no paró de cantar una canción y bueno el problema fue…no quiero decirte.

—¿Cuál problema? — comentó divertido.

—Es que el llegó ayer a la noche a mi departamento y nos besamos con Felipe 

—No puedo creerlo y ¿Qué pasó?

—Pues lo cuide, toda la noche porque estaba con fiebre y hoy llegó a la oficina y le di una pastilla: por lo que estaba enfermo, pero aún lo veo un poco para nada más solamente estaba un poco preocupada por él.

El no dijo nada más, tomó un sorbo de su café y después nos dirigimos la oficina mientras pasaba no pude evitar ver en dirección a Felipe quién estaba un poco pálido. Entonces me acerqué con sutileza y le puse la mano en la frente.

—No soy un niño —él me miró un poco confuso.

—Anoche parecías uno ¿Qué recuerdas?

—Lo único que recuerdo fue que me ponías paños de agua tibia, el resto no lo recuerdo para nada ¿pasó algo que yo no sepa?

En parte me dolió saber que no recordaba el hecho de que me había besado, de que casi habíamos hecho eso; sin embargo por otra parte era mejor que no recordara lo que pasó. Aunque la desilusión se hizo aparición en mi.

—No no pasó nada más no te preocupes quería saber si aún seguías con fiebre porque te veo un poco pálido por mugre

—No sé creo que estoy bien

Felipe quiso pararse y de pronto se tuvo que sostener el escritorio porque se había mareado lo miré y no pude evitar suspirar le habíamos pedido el día libre al recursos humanos para ver porque estaba enfermo así que se dirigió en taxi hacia su casa

El resto de la tarde trabajé pero no podía evitar pensar en él en cómo estabas y aún tenía fiebre o si estaba demasiado en medio de la sala

Pero sabía que no debía preocuparme por el que era grande y sabía manejar las cosas o simpleza sin embargo la duda y la preocupación me invadían en cada segundo que transcurría el minutero

Después cuando se dice la hora de la salida no pude evitar correr en dirección a mi auto y dirigirme hacia su departamento quería ver si aunque sea no estaba desmayada en algún rincón No porque me preocupara solamente porque quería ser una buena persona de en cuando o eso quería creerme a mí misma

Ahora minutos más tarde se había llegado a su frente a su puerta golpea un par de veces y sin embargo no obtuve respuesta de parte de suspiré no puedo evitar tomar la llave que siempre había que estaba escondida comenzar llamarlo a Nico repetí varias veces Nico sin embargo no tuve respuesta

Cuándo llega living comedor estaba el en el sillón me hace que forma precipitada y toque su fiebre activamente estaba lloviendo fiebre estaba transpirando y estaba empapando su blusa de sudor suspiré.

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