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Amor en juego

Capítulo 70: Esto es por Kelly.

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El desespero de Julia en aquel momento afectó a todos los que estaban a su lado. Ver a Hugo caer en el medio del campo de fútbol la desestabilizó, dejándola con el corazón en la mano. Julia ya había vivido una situación parecida cuando él se había lesionado en Alemania, pero aquello era mil veces peor, por unos minutos pensó que podría llegar perderlo.

 Julia asistió por la televisión cómo la asistencia médica se lo llevaba del césped para seguir atendiéndolo, los jugadores abandonando el campo de fútbol en solidaridad a Hugo y el narrador anunciando que el partido quedaba suspendido por una emergencia médica, todo lo que había visto la dejó aterrada.

Entonces Julia pensó en Iker, en que ella no había permitido que Hugo cargará a su hijo en brazos y se llevó las manos a la boca para ahogar un sollozo mientras que Abraham se acercaba a ella para consolarla junto con María Eugenia.

–¡¡Tranquila Julia, debes estar tranquila!!–Pedía Abraham abrazándola, pero Julia estaba angustiada y no podía controlar el pánico que estaba sintiendo.

–¡No puedo estar tranquila Abraham, porque no sé lo que le habrá pasado, no sé lo que tiene! ¡¡Dios mío Abraham necesito verlo, necesito ver a Hugo!!–Suplicó agarrándose de su camiseta y Abraham sintió que se le partía el alma en dos al verla tan afectada, entonces levantó la mirada para ver a María Eugenia y le hizo una señal para que se encargará de Julia.

–Dame unos minutos para averiguar a donde lo están llevando y podrás estar con él. –Habló Abraham y Julia asintió sin dejar de llorar mientras abrazaba su abuela que intentaba consolarla.

–¡Mi niña no le pasará nada, Hugo ya ha demostrado ser muy fuerte. Verás que estará bien!– Hablo Aurora pasando la mano por la espalda de la chica para reconfortarla mientras que Julia se deshacía a llorar en los brazos de María Eugenia

Abraham sabía que obtener aquella información no sería fácil, ya que en aquel momento los representantes de Hugo estarían haciendo lo imposible para preservar su imagen e intentarían mantenerlo oculto de la prensa el máximo de tiempo posible, pero Abraham tenía contactos importantes y no tardó en recurrir a ellos para descubrir el hospital al que Hugo estaba siendo enviado.

Dos horas después Julia entró por la puerta del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, donde se encontraba el mejor cardiólogo que había en la ciudad en aquel momento, sintiendo que se moría por la preocupación que estaba dominando. Abraham y María Eugenia la seguían por los pasillos del hospital buscando la sala de espera donde estarían los familiares de Hugo y cuando Julia la encontró, Merche fue la primera que la vio y se sorprendió al verla, pero no tardó en abrir los brazos para recibirla, con lágrimas en sus ojos.

–¡¡Mi niña!!– Habló Mercedes abrazando a Julia que se sintió agradecida por recibir tanto afecto de su parte, después de lo que había pasado en el hospital donde había estado Iker ingresado, pero no dudó en abrazarla.

–¿Cómo está Hugo? ¿Qué dicen los médicos? –Preguntó Julia angustiada y Merche agarró su rostro entre las manos para mirarla a los ojos.

–Todavía no lo sabemos mi vida, lo están atendiendo, lo único que nos ha confirmado es que ha sido un paro cardíaco. –Contestó Mercedes y después levantó la cabeza para mirar la entrada de la sala cuando Diego apareció.

Julia se giró hacia la puerta y cuando vio al padre de Hugo se mordió el labio inferior nerviosa, porque sabía que no tenía derecho a estar en aquel lugar. Entonces Diego se acercó a ella mirándola fijamente a los ojos y la abrazó con todo su cariño, como un padre que llevaba mucho tiempo sin ver a su hija.

–Siento mucho lo…

–No importa Julia, lo importante es que estás aquí y esto dice mucho sobre ti. –Habló Diego intentando limpiarse las lágrimas.– Nada le haría más feliz a mi hijo que saber que estás aquí, hija mía.

–¡Dime que está bien Diego, dime que estará bien, por favor! –Suplicó Julia poniendo un puchero y Diego la miró con ternura.

–Han podido reanimarlo, pero todavía debemos esperar un poco para saber su estado, lo van a operar. – Contestó Diego y Julia asintió mientras lloraba, cuando de repente Felipe entró en la sala de espera llamando la atención de todos.

 Julia lo miró molesta por su presencia y él la miró sorprendido porque la última persona que esperaba encontrar en el hospital era Julia.

Felipe se acercó a Diego preguntando como se encontraba Hugo y él le explicó lo mismo que le había dicho a Julia anteriormente, dejándolo todavía más angustiado por su mejor amigo.

 Felipe se sentó en una silla apartado de todos, porque sabía que no era bienvenido después todo lo que había hecho, pero no podía estar alejado en aquel momento, sería imposible para él seguir con su vida normal mientras que el hombre que consideraba como su hermano estaba en un quirófano intentando aferrarse a la vida.

Después de varias horas, Julia salió de la sala de espera unos minutos para llamar a Aurora, porque quería saber cómo estaban los niños. Ella estaba distraída mirando la pantalla de su teléfono móvil mientras caminaba y no se dio cuenta de que alguien la estaba siguiendo hasta el aparcamiento del hospital y cuando Julia se giró, encontró la figura de Felipe parado justo delante de ella.

–Puedes estar tranquilo Felipe, no he venido aquí para montar un escándalo. –Escupió Julia mirándolo con indiferencia y Felipe bajó la cabeza porque le costaba mirarla a los ojos después de lo que le había hecho.

–Ya no soy el representante de Hugo. – Habló Felipe con tristeza y Julia lo miró sorprendida porque aquello sí no se lo esperaba. –Ahora mismo tampoco me quiere en su vida, Hugo me ha apartado de él.

–Después de ver tu verdadera cara entiendo perfectamente su decisión. –Espetó Julia apartándose de él para volver al hospital.

–¡Hugo te ama, Julia! –Exclamó Felipe y ella se giró para mirarlo. –Él te ama con todo su corazón.

–¡Me imagino que será el mismo “amor” que sientes por Kelly, ese que no vale nada! –Replicó Julia y Felipe negó con la cabeza.

–No Julia, te juro que él te ama de verdad, Hugo no dejó de buscarte en todo este tiempo. Deberías darle una oportunidad para que te explique todo lo que pasó, lo que hice.

–¡¡¿Yo debería darle una oportunidad?!!–Se indignó Julia acercándose a Felipe. –Él no me dio ninguna, Hugo no permitió que me explicará…

–¡¡Quería hacerlo Julia, pero yo le mentí haciéndole creer que lo habías engañado, para poder sacarte de su vida y que se olvidará de ti!!–Exclamó Felipe y Julia lo miró con el ceño fruncido. –Yo le dije que tú me habías confesado la verdad sobre el antro de Buenos Aires, que sí te habías prostituido en aquel lugar. –Confesó mientras que ella lo miraba asqueada. – y que también habías mantenido una relación secreta con Tony.

Julia sintió tanta indignación y rabia por lo que estaba escuchando que no soporto las ganas y le pegó una bofetada a Felipe que se quedó aturdido después del golpe.

–¡¡¿Cómo has podido hacer esto maldit* infeliz?!!–Exclamó Julia en colera y Felipe se llevó una mano a su mejilla que ya comenzaba a picar por la bofetada, pero sabía que lo tenía merecido.

–Cuando salieron las noticias él quería ir buscarte para hablar contigo, entonces yo mentí para mantenerlo alejado de ti. Ese mismo día Hugo sufrió un accidente de coche y estuvo unos días ingresado en un hospital. –Habló Felipe avergonzado y Julia lo miraba con los ojos abiertos sorprendida por aquella confesión.

–¿Tienes idea de lo que hiciste? ¿De lo que me hizo Hugo por tus mentiras? –Lo interrogó Julia apretando los puños mientras que Felipe negaba con la cabeza.

–¡Lo siento mucho Julia! Cuando Adela me entregó las fotos sentí tanta rabia pensando que habíamos sido engañad…

–¿Adela? ¿Adela Valverde te entregó las fotos?

–Sí Julia, Adela me entregó tus fotos en el antro y las del hotel con Tony. –Respondió Felipe avergonzado por haberse dejado manipular por Adela y ayudarla a destruir la vida de su mejor amigo, y su relación con Kelly. –¡Lo siento muchísimo Julia! Si no hubiera engañado a Hugo, esto no hubiera pasado, ahora él no estaría aquí. Sé que todo lo malo que le ha pasado en el último año ha sido por mi culpa. –Suplicó Felipe, pero lo único que recibió de Julia fue otra bofetada y su mirada fulminante.

–Pedir perdón no nos devolverá todo lo que destruiste Felipe, eres un maldit* monstruo. No tienes idea del daño que nos hiciste por tus mentiras y por tu amenaza. ¡¡Hugo ha perdido un año de la vida de nuestro hijo por tu culpa!!

–¿El niño está vivo? ¿Has tenido al bebé? – Preguntó Felipe sorprendido, porque no esperaba que Julia hubiera decidido continuar con su embarazo y se alegraba inmensamente por su amigo, por lo menos él había podido ser padre.

–Nos destrozaste la vida Felipe y aunque termines en el infierno no será suficiente para pagar todo lo que has provocado. –Escupió Julia y se giró para marcharse, pero entonces volvió a girarse porque todavía no había terminado con él.

–¡¡Y FELIPE!!–Exclamó Julia caminando en su dirección y él levantó la cabeza para mirarla, entonces Felipe sintió el impactó de una tercera bofetada. – ¡¡Esto es por Kelly miserable!!

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