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Amor en juego

Capítulo 33:¡SIN MIEDO AL ÉXITO!

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Adela entró al departamento de Tony y no se aguantó la carcajada viendo su cara toda amoratada.

–No haces absolutamente nada bien, ¡¿mira cómo te ha dejado Hugo?! –Espetó Adela mirando a Tony de arriba abajo con desdén.

–¿Ahora la culpa es mía? ¿Se puede saber que contacto de m***a tienes en esa casa que no podía haberte avisado que Hugo llegaría antes de lo que me esperaba?, se supone que él no estaría en la casa y eso me daría tiempo suficiente para seducir a su chica para encontrarnos en una situación comprometedora. –Respondió Tony exasperado.

–Pues un contacto que debe cumplir con su turno laboral y que no estaba en la mansión cuando Hugo se marchó, así que solo me pudo avisar que no estaba y no a qué hora llegaba. Tampoco necesitabas una hora exacta, solo tenías que meterte en la cama con ella y esperar, pero por lo que he entendido, aunque tuvieras todo el día para seducirla no lo hubieras conseguido. No me sirves ni para eso. –Replicó Adela mirándolo con rabia. –Igualmente esto no ha salido como planeaba. –Murmuró cruzándose de brazos y girando los ojos. –¿Piensas denunciar a Hugo? Te ha dado una buena paliza. –Se burló mirando a Tony de reojo.

–¡¡Claro sí, ahora mismo voy!! Ya que tiene todo el sentido del mundo, ponerle una denuncia después de haber entrado en su casa y sobrepasarme con su mujer, a veces dudo de tu inteligencia Adela. Sería la palabra de dos personas contra la de una, y yo no soy estúpido. –Contestó enojado llevándose una mano a su labio inferior que volvía a sangrar.

–De todas maneras, eso ya no importa, lo único que me jode es saber que no vales para nada. –Afirmó Adela tirando sobre la mesita de centro una portada.

–¿Esto que es? –Preguntó Tony mirando la portada donde salía una foto de Hugo al lado del presidente de su club.

–La gran noticia de mañana que estará en los periódicos de todo el mundo, anunciando el regreso del “mejor”¡¡Volverá a jugar estúpido!!¿Qué m***a de lesión ha sido esa? La idea era apartarlo de los campos para siempre, eres un verdadero inútil.

–¿Y qué esperabas? ¿Qué le hubiera pegado con un martillo en la rodilla o algo?, no es tan simple Adela. ¿Tienes idea del preparo físico que tiene Torres? –Preguntó Tony enojado tirando la portada al suelo.

–Tiene lo que te falta a ti, tanto que ni siquiera pudiste seducir a la indígena esa, a ver como hago ahora para demostrarle que esa tampoco es una blanca paloma. –Espetó Adela mirándolo con desprecio. –No eres competencia para Hugo, a lo mejor debería elegir a otro para que me ayude.

–Soy mucho mejor que Hugo, el problema es que la chica esa se hizo la difícil. Soy perfectamente capaz de superarlo, porque si mal no recuerdo tú y yo tuvimos nuestros revolcones. Y no escuché de ti ni una sola queja, todo lo contrario, gritabas como una perra en celo. –Escupió Tony con sarcasmo y Adela le hizo una mueca de asco.

–Solo me acosté contigo porque estaba enojada con Hugo, por haberme tratado como si fuera una cualquiera después de que nuestro video salió en internet, lo mínimo que me merecía es que hubiera asumido nuestra relación, pero decidió negarlo todo y afirmar que lo nuestro no pasaba de simples encuentros casuales.

–¡¡Ah por favor, Adela, no te hagas la niñita inocente que fue deshonrada!!Estoy seguro de que fuiste tú la que filtró ese video. ¡ Y no me digas que no! Después de haberle causado dos accidentes de coche, sé que eres capaz de eso y mucho más. Me daría pánico tener una examante igual de rencorosa que tú. –Se burló Tony sentándose en su sofá, abriendo los brazos para apoyarlos sobre el respaldo. –¿Ahora que vamos a hacer con la indígena? Ya sé que quieres utilizarla para atacar a Hugo, pero¿cómo piensas hacerlo?

–Estoy investigando su pasado a ver si encuentro algo que pueda utilizar en su contra. En España no tiene nada, pero ya conseguí un contacto en Argentina que puede serme útil.

–Antes me parecía una estupidez ayudarte a separarlos por tus celos enfermizos, pero viendo como ha reaccionado Hugo cuando la vio en mis brazos, empiezo a creer que esa niña es su nuevo talón de Aquiles y necesito acabar con él antes de la renovación de nuestros contratos.– Escupió con asco y después se quedó pensativo recordando algo.–Eso sin contar que la muy zorra me ha rechazado, y hasta tuvo el descaro de decirme que Hugo es más hombre que yo. Ya veremos si cuando la tenga debajo de mí seguirá diciendo lo mismo.–Recordó y sonrió con malicia. –Cuenta conmigo para lo que sea, nada me dará más gusto que ser la estrella del equipo y encima follarme a su noviecita.

–Creo que me acabas de dar una buena idea, por mí puedes hacer lo que se te pegue la gana con esa zorra, pero dame tiempo, debemos planear muy bien hasta el más mínimos detalle. –Contestó Adela llevándose una mano a la barbilla pensativa y Tony tiró de ella para acostarla en el sofá y se puso sobre ella.

–Me pones mucho cuando estás así pensativa pensando en hacer maldades.– Murmuró Tony olvidándose de todas sus heridas besándola.

Por otro lado en la oficina de Felipe la jornada laboral había comenzado con total motivación sobre la mesa de su despacho entre sudor, jadeos, gemidos y gritos.

–¡¡Oh sigue sigue…Oh …Ohh Felipe eso así Ahhh más fuerte!!– Gimió Kelly entre jadeos acostada sobre el escritorio de Felipe mientras que él la embestía con fuerza.

–¡¡Ah, Dios me encanta tu co**to!!–Felipe gruñó de placer sintiendo como el sexo húmedo de Kelly lo apretaba. – ¡¡Córrete para mí…Ahh vamos amor córrete conmigo!!–Suplicó Felipe, llevándose a la boca uno de los pezones de Kelly para chuparlo, sin dejar de empujarse salvajemente dentro de ella. La embistió dos veces más y los dos alcanzaron juntos el clímax, encima de una montaña de papeles que había sobre la mesa de su oficina.

Felipe subió los tirantes del vestido de Kelly mientras que ella se recuperada de su orgasmo. Kelly se incorporó sentándose en la mesa, con una sonrisa coqueta cuando Felipe se apartó de ella para volver a vestirse. Después él dejó un beso en su frente y otro en su boca con ternura.

–Creo sinceramente que estos mañaneros estarían muchísimo mejor si lo hiciéramos en mi cama y no aquí con tantos documentos alrededor. –Habló Felipe agarrando uno de los documentos que estaba debajo de Kelly y que se había manchado. –Estoy deseando amanecer contigo en mi cama. –Afirmó caminando hasta el baño para buscar una toalla, que utilizó para limpiar a Kelly.

–Todavía no podemos dormir juntos, mi madre no sabe que tenemos…bueno… que está pasando algo entre nosotros. –Murmuró Kelly parándose de la mesa. –Mañana estaremos todos en la casa de Hugo, Julia invitó a mi mamá también, sería el momento perfecto para que la conozcas y …

–Vamos a hacer las cosas con calma ¿OK? –Pidió Felipe interrumpiéndola y ella asintió.

–Ha llamado varias veces Pilar Herráez, la esposa de tu papá si no me equivoco. –Habló Kelly y Felipe levantó la cabeza bruscamente para mirarla al escuchar el nombre de su madrastra. – Ella me ha pedido una cita para verte, puede que el jueves…

–¡¡No quiero verla! Si llama y estoy aquí, tampoco quiero que me pases sus llamadas y no me avises cuando lo haga. ¡¡No me interesa saber nada de Pilar!!–Exclamó Felipe disgustado y era visible que tenía todos los músculos en tensión debajo de su traje.

–Pero Felipe, estuvo llamando varias veces…

–¡TE HE DICHO QUE NO JODER! –Gritó Felipe sobresaltándola y se sintió culpable por reaccionar tan mal, respiró con tranquilidad y se acercó a ella. –Lo siento Kelly, discúlpame por haberte gritado, pero es que esa mujer me saca de quicio, tanto ella como mi padre. No quiero saber nada de ellos. –Pidió y Kelly asintió nerviosa porque jamás la había gritado y eso la asustó.

–No pasa nada, no volveré a mencionarla si así lo deseas. Ahora es mejor que me vaya a preparar un café y organizar las reuniones que tienes para hoy. También ya tengo el regalo especial que buscabas para Hugo. – Habló con la voz entrecortada y Felipe asintió feliz por la noticia, pero todavía sintiéndose avergonzado por su actitud de antes.

Kelly lo dejó solo en el despacho con sus pensamientos. Ya habían pasado años, pero todo el odio que Felipe sentía por Pilar lo seguía atormentando, toda la rabia que sentía por su recuerdo era tan grande que llegaba a nublar su juicio y era algo que él no podía evitar.

Felipe pasó el resto del día de mal humor y ese estado de ánimo lo acompañó hasta el día siguiente a la manisón de Hugo. Él debería vigilar las hamburguesas mientras que Hugo había ido a por unas cervezas para ellos, pero no podía centrarse en nada. De repente Hugo llegó junto a él sin que se diera cuenta, por estar observando los movimientos de Kelly.

–¡¡Apártate antes de que me quemes la casa, anda!!–Exclamó Hugo arrancando la espátula de la mano de Felipe para sacar de la barbacoa, lo que había restado de una hamburguesa chamuscada. – Después de tantos años viviendo conmigo no has aprendido a cocinar, enseñarte es una pédida de tiempo. –Bromeó Hugo y lo vio esbozar una débil sonrisa.

–Ya sabes que lo mío son los negocios. –Murmuró Felipe sin apartar la vista de Kelly y Hugo se dio cuenta de algo le estaba pasando.

–Aguantar los problemas callado sin pedir ayuda también es lo tuyo. –Respondió Hugo y Felipe giró la cabeza para mirarlo, pero no pudo sostenerle la mirada, porque nadie en el mundo le conocía mejor que su amigo.

–Es Pilar, anda llamando otra vez. –Contestó suspirando con cansancio.

–¿Qué es lo que quiere la “asaltacunas” ahora? –Preguntó Hugo con la mandíbula tensa porque sabía la clase mujer que era Pilar y todo el daño que le había hecho a Felipe.

–No tengo ni idea, me imagino que volver a decirme que aún me quiere, que se equivocó…yo qué sé Hugo.– Respondió con fastidio tomando un trago de su cerveza.

–No deberías permitir que te afecte tanto Lipe, y más ahora que estás empezando algo con Kelly. – Lo aconsejó Hugo y los dos dirigieron la mirada hacia donde estaban las chicas, hablando animadamente con Diego y Aurora.

–¿Crees que no me gustaría poder controlar toda la rabia que siento cada vez que alguien menciona su nombre?, pero no puedo evitarlo, porque me siento un estúpido cada vez que recuerdo como me utilizó. Me hierve la sangre recordar que abortó a mi hijo para quedarse con mi padre. –Murmuró Felipe apretando los dientes y los puños con fuerza. –Hubiera sido un hombre muy diferente si esa mujer no se hubiera cruzado en mi camino, por su culpa no soy capaz de confiar en nadie, por ella no puedo entregarme de verdad a ninguna mujer. Fui tan ingenuo en esa época, y me aterra volver a pasar lo mismo. –Susurró observando a Kelly.

–Solo tenías diecisiete años y ella era mujer hecha que se aprovechó de eso, ahora es distinto Lipe. Sabes que yo mejor que nadie, te entiendo. Yo también tengo miedo de ser traicionado, pero si no dejamos ese miedo y el pasado atrás, no seremos felices jamás. –Habló Hugo colocando una mano sobre el hombro de su amigo que se quedó pensativo. –Estoy seguro de que por fin la vida nos ha regalado lo que queríamos, sé que Julia y Kelly son diferentes.

–Yo solo espero que tengas razón, que esto no sea una equivocación. –Respondió Felipe con recelo y Hugo le contestó.

–Si esto no sale bien será la prueba definitiva de que somos el uno para el otro, y te juro que te pediré en matrimonio. –Bromeó Hugo haciendo sonreír a su amigo y levantó su cerveza.

–Pase lo que pase siempre estaré aquí para ti, entonces te digo que sí, que yo aceptaré tu propuesta encantado, hermano–Respondió Felipe levantado la suya y brindaron riéndose. –

–¡SIN MIEDO AL ÉXITO! –Exclamaron los dos a unísono.

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