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Amor en juego 2

Último Extra.

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Veinte años después.

Felipe estaba en aquella galería de tiro viendo como su hija mayor disparaba con maestría, preparándose para convertirse en la primera mujer en entrar en la unidad de élite del Cuerpo Nacional de Policía de España. 

–Te dije que era una Guerrero. – Murmuró Abraham acercándose a Felipe que sonrió con condescendencia. –Una Oliveira que ahora es una de las mejores agentes de policía de España, hace unos años cualquiera diría que esto sería imposible.

–Independiente de lo que ha elegido para su vida estoy orgulloso de ella, mi hija es una mujer fuerte que ha nacido para hacer que más de un machito se cague en los pantalones. – Respondió Felipe y los dos se giraron para verla disparando sin fallar ni un solo disparo, tenía el pulso firme lo que le daba una puntería perfecta. – También debo agradecerte por todo lo que has hecho por ella Abraham. Entrar en los GEOs no fue una tarea fácil y logró hacerlo con tu ayuda.

–No Felipe, nuestra niña lo logró por su fuerza y determinación, aunque debo decirte que esto es algo que ha heredado de ti porque Dante con la poca edad que tiene ya es casi tiburón para los negocios. – Habló Abraham con orgullo pensando en el hijo varón de Felipe. – Y nuestra pequeña Azahara va por el mismo camino.

–Esa tiene el carácter de su madre, o hasta peor porque es una mezcla de nosotros dos. – Bromeó Felipe y los dos se rieron mientras que Zoe se acercaba a ellos.

–Bueno mis queridos papá y papi Ojitos, ahora tenemos que irnos porque Francia nos espera. – Anunció Zoe cambiando el cargador del arma antes de entregarla a Abraham. 

–Sí hoy es un día especial para nuestro Kai, que con a apenas veintiún años está a punto de lograr uno de sus mayores objetivos en la vida. – Afirmó Felipe y los tres se marcharon de la galería para preparar todo para el viaje a Francia.

Horas más tarde Kai estaba parado delante de aquellos espejos, donde un alfayate lo ayudaba a preparar su esmoquin para la ceremonia de la revista France Football donde entregarían el galardón al mejor jugador del año. Era una noche especial porque él era el favorito para recibir el galardón, ya que se había convertido en uno de los mejores jugadores del mundo siguiendo los pasos de su padre.

Hugo entró a la suite de su hijo y le pidió amablemente al alfayate que los dejará solos. Después se acercó a su hijo por detrás y pudo ver en sus ojos por el reflejo en el espejo que estaba nervioso, entonces colocó las manos sobre los hombros de Kai que lo miró por el espejo.

–Independiente de lo que pase esta noche quiero que sepas que estoy inmensamente orgulloso de ti, no solamente por ser el mejor jugador, sino que también por ser un hijo maravilloso y un hombre de carácter. – Habló Hugo con orgullo y Kai se giró para mirarlo.

–Todo lo que soy lo he aprendido de ti, papá. – Contestó Kai dándole un abrazo a su padre y después lo miró a los ojos. – Esta noche si me entregan el Balón Oro pienso dedicarlo a ti, por enseñarme el camino para convertirme en un campeón. – Murmuró con los ojos cristalizados y Hugo puso la mano en el rostro de su hijo mirándolo con amor y orgullo.

–¡Todavía no ha llegado el momento y ya están llorando! – Exclamó Iker entrando a la suite, entonces padre e hijo se giraron para mirarlo.

–También lloré el día que recibiste el titulo de duque, hijo. – Aclaró Hugo acercándose a él para dejar un beso en su frente. 

–Sí, pero lloraste por piensas que el título es una cárcel invisible, sé perfectamente lo que piensas sobre la nobleza papá. – Contestó Iker suspirando con cansancio pensando en todas las súplicas que le había hecho su padre para que no aceptase el título de duque de Lugo.

–Y es una cárcel, pero esto me pasa por ser un padre que te ha enseñado a cumplir con tus obligaciones y jamás faltarle a tu palabra. – Respondió Hugo encogiéndose de hombros pensando en el camino que su hijo mayor había elegido para su vida.

–Si no fueras un duque esta noche no sería el único Torres con posibilidades de recibir el Balón de Oro. – Afirmó Kai y Iker le dio un abrazo.

–Esta noche el galardón será para el mejor nanito, te lo has ganado. – Respondió Iker con seguridad y Kai sonrió. – Además, creo que salí más a los Martínez de Irujo que a los Torres, por eso soy duque y no delantero del Real Madrid.

–Por favor no le faltes al respeto a los testículos de tu padre, basta con verlos para saber que son verdaderas copias mías. La sangre real no fue capaz de superar a la de este barriobajero. – Habló Hugo con vehemencia y sus hijos se llevaron la mano a la boca para no reírse porque su padre estaba a punto de llevarse una bronca.

–¡¡¿Ah, no Torres?!! – Exclamó Julia parada en la puerta y Hugo se giró rápidamente para mirarla. – ¿Estás afirmando que solamente tú has hecho un gran trabajo en la creación de estos dos hombres hermosos que son nuestros hijos?

–No cariño, jamás diría algo así porque tú has hecho toda la parte difícil. – Contestó

Hugo poniendo ojitos y Julia giró los ojos, después se giró para ver a su hijo mayor. – Cariño Irina acaba de llegar con sus padres es mejor que vayas a recibirlos, ya sabes como es el barón Orleans para las formalidades. 

Iker sonrió entusiasmado dejando un beso en la frente de su madre antes de bajar para recibir a su prometida y a su familia mientras que Hugo y Kai ponían los ojos en blanco recibiendo una mirada de reproche por parte Julia que sabía que a ninguno de ellos les agradaba la relación de Irina con Iker.

Una hora después toda la familia y amigos estaban en entrada del Teatro Chatelet de

Paris, donde hace años Felipe se había interpuesto ante una bala para proteger a Hugo, pero aquellos momentos de tristeza habían quedado en el pasado. Ahora todos estaban reunidos en aquella feliz noche.

Felipe estaba abrazado a su adorada esposa, que lucía hermosa aquella noche junto con sus tres hijos. Dante que acaparaba la atención de todas las mujeres, Zoe con su atractiva seriedad agarrada del brazo de su hermano y al otro lado estaba la luz de sus ojos, su hija Azahara que con apenas quince años ya destacaba por su belleza.

Kai subió al escenario después de ser nombrado el mejor jugador del año y todos se pusieron de pie para aplaudirlo emocionados, hasta Aurora con Diego que aprovechaban cualquier motivo para besarse apasionadamente mientras que María Eugenia se reía al lado de su amorcito, quien después de tantos años había decidido confesar su amor por ella. En aquel momento María Eugenia solo quería disfrutar de la vida al lado de Cristóbal.

–Ya Zaza deja de babear por el amor de Dios. – Murmuró Zoe pegando su hombro al de su hermana pequeña que se llevó una mano a la boca para ocultar una risita. 

–No puedo Zozo, Kai es tan hermoso, más que un jugador de fútbol parece un príncipe…no, un príncipe no, mejor que eso. Kai es un dios. – Suspiró Azahara y Zoe la miró con ternura.

–Kai es seis años mayor que tú hermanita, sabes que no debes hacerte ilusiones. 

–Lo sé Zozo, no soy tonta, pero eso no cambia el hecho de que soy su fan número uno y lo seré toda la vida. Quiero pasar toda mi vida admirando a Kai Torres. – Habló Azahara embelesada viendo como Kai recibía el Balón de Oro.

Después de la reunión todos se habían reunido para celebrar el nuevo triunfo de Kai en una Villa que Felipe había comprado para la familia. Camille y Henri también estaban presentes. Henri no dejaba de mimar a su esposa después de haber pasado tanto tiempo de tras de ella suplicando por su perdón, uno que llegó junto con el nacimiento de su cuarto hijo Iray que era tan solo dos años mayor que Azahara.

Julia y Kelly estaban sentadas en las escaleras que daban al hermoso jardín decorado con luces y varias mesas alrededor para las familias y los amigos. Julia miraba con ternura la forma como Merche seguía cuidando a Hugo como si fuera su niño mientras que Kelly veía como sus hijos y lo de Julia eran tan unidos, sobre todo Iker y Zoe que eran como hermanos, a pesar de que la prometida de Iker no aceptada aquella amistad.

–No te parece increíble el amor que se tienen nuestros hijos, es hermoso. – Habló Kelly apoyando la cabeza en el hombro de Julia y las dos suspiraron enamoradas mirando a las hermosas familias que habían formado.

–Sí, todos se quieren como hermanos, aunque algunas veces llegué a pensar que Iker llegaría a sentir algo más por Zoe. – Confesó Julia y Kelly levantó la cabeza para mirarla.

–Yo había imaginado lo mismo, pero se aman y se pelean como dos hermanos. Bueno de todas formas me siento muy orgullosa de ellos y de nosotros por haber superado tantos obstáculos.

–Y nosotros nos sentimos orgullosos de tener a dos mujeres tan hermosas en nuestras vidas. – Habló Felipe acercándose a ellas junto con Hugo y las dos se levantaron para abrazar a sus maridos.

Quiénes nos han enseñado el verdadero camino hacia la felicidad, y nos han demostrado lo que es realmente el amor incondicional. – Continuó Hugo dejando un beso en los labios de su esposa mientras que Felipe besaba a Kelly apasionadamente.

–Ya hemos luchado nuestras guerras, ahora solo disfrutamos de vivir intensamente nuestro amor y apoyar a nuestros hijos en lo que hagan falta.

–Hablando de nuestros hijos, ¿alguien ha visto a Azahara? – Preguntó Felipe buscando a su hija con la mirada y todos se miraron extrañados.

Azahara estaba debajo de un árbol del jardín alejada de todos junto con Iray, que no dejaba de decir lo hermosa que era y que algún día sería su novia.

–No quiero ser tu novia Iray, mi corazón ya tiene dueño. – Habló Azahara con sinceridad y Iray se acercó a ella mirándola a los ojos.

–¿Pero tú también eres la dueña de su corazón? – Preguntó Iray deslizando su dedo pulgar por el rostro de Azahara que se había quedado pensativa con su pregunta. 

–Pues la verdad es que creo que no, él jamás se fijaría en mí. – Contestó Azahara con tristeza y Iray sonrió satisfecho porque era todo lo que quería escuchar.

–Pues déjame besarte y te juro que te gustará tanto que te vas a enamorar de mí. – Pidió Iray acercando su boca a la de Azahara y ella dudó por unos segundos si estaría bien hacerlo o no, pero jamás había besado a nadie y tenía curiosidad por saber como era, entonces asintió, pero cuando estaba a punto de hacerlo alguien los interrumpió.

–¡Apártate de ella si no quieres que te parta la cara ahora mismo Iray! – Exclamó Kai y el chico se apartó de Azahara sobresaltado. – Regresa con tus padres ahora. – Ordenó el chico abrió la boca para protestar, pero Kai se acercó a él con una mirada amenazante. – Haz lo que te estoy ordenando si no quieres tener problemas conmigo y no vuelvas a acertarte a ella. – Habló con un tono tan bajo que la piel de Azahara se erizó, entonces Iray se marchó sin decir nada con la cabeza baja dejándolos solos.

–¿A qué ha venido esto? – Preguntó Azahara molesta llevándose las manos a la cintura.

–Te parece bien estar besándote con chicos a escondidas. – Contestó Kai exasperado.

–No, no me parece, pero nunca he besado a nadie y quería saber como se siente. – Replicó Azahara y Kai se paró delante de ella.

–Pues yo no quiero que lo sepas, por lo menos no ahora Azahara. No quiero que te beses ni con Iray ni con ningún otro. – Murmuró Kai mirándola a los ojos y Azahara frunció el ceño con incomprensión.

–Pues no entiendo porque Kai, ¿por qué no puedo besar a nadie? – Preguntó Azahara con ansiedad y Kai agarró su rostro entre las manos para dejar un suave beso en su frente. – ¿Y esto que significa? – Preguntó con la voz temblorosa por sentir los labios de Kai sobre su piel, aunque solo fuera un inocente beso en la frente.

–Esto significa tres años Zaza. – Murmuró Kai mirándola con ternura viendo su hermosa boca entreabierta mirándolo con expectación. – Tres años es lo que estoy dispuesto a esperar por ti, hasta que seas mayor de edad y puedas estar conmigo. –¿De…de…de verdad…Kai? – Balbuceó Azahara aturdida mirándolo y Kai asintió con una sonrisa.

–Naciste para mí Azahara Herráez y no hay nada en este mundo que haga dudar de esto. Te prometo que algún día serás mi esposa.

Siete años después Kai y Azahara se convirtieron en la unión perfecta entre las familias Torres y Herráez llenándolo el corazón de Hugo de emoción mientras que Felipe solo quería matar a Kai por enamorarse de su niña, pero en el fondo también estaba feliz por ellos. Estaban felices por todos, ya que después de tantas batallas cada uno de sus hijos encontró la felicidad de la misma manera que ellos habían encontrado. 

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